Nota de tapa

Un presente poderoso

Los nuevos rostros de la política paraguaya

A través del discurso y de prácticas concretas, muchas veces se ha ocultado o negado el papel predominante de las juventudes en el escenario de acción política. De cara a las internas del 18 de diciembre, entrevistamos a seis candidatas y candidatos representantes de este sector.

Por Laura Ruiz Díaz. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Los investigadores lingüísticos George Lakoff y Mark Johnson analizan cómo las metáforas crean nuestro imaginario y constituyen nuestro mundo, en su libro Metáforas de la vida cotidiana. En él afirman, con respecto a las metáforas políticas: “Las ideologías políticas y económicas tienen marcos metafóricos. Como todas las otras metáforas, las metáforas políticas y económicas pueden ocultar aspectos de la realidad. Pero en el área de la política y la economía, las metáforas importan más, porque limitan nuestras vidas. Una metáfora en un sistema político o económico puede llevar a la degradación humana en virtud de aquello que oculta” (1995: 281).

A las personas que activan su participación política desde temprana edad siempre se nos dijo que “los jóvenes son el futuro”. Esta es una metáfora que se presenta continuamente y a través de ese discurso se desconoce el papel de las juventudes dentro de la realidad actual, por un lado, y su papel preponderante en los procesos de cambio, por otro.

Los jóvenes son el presente, desde hace rato.

Generación tras generación de juventudes lo han demostrado. Fueron protagonistas del Marzo Paraguayo, UNA No Te Calles y la manifestación ciudadana ANR Nunca Más; crearon organizaciones sociales que asistieron durante la pandemia y llevaron adelante procesos de ayuda a familiares de personas internadas por covid-19. Para demostrar que también son protagonistas, este año más de 1000 jóvenes del campo y la ciudad marcharon bajo el lema Somos el presente que lucha.

Si bien la muestra es pequeña, porque hay cientos de jóvenes líderes en el escenario político de hoy, citamos a seis precandidatos a ingresar a la Cámara de Diputados, que tienen sobre los hombros la gran tarea de ser representación de un sector de la sociedad largamente olvidado: las juventudes.

Los presentamos con un repaso por sus vidas, gustos y trayectorias.

Óscar Riquelme. Fotografía: Javier Valdez.

Óscar Riquelme

Óscar Chicho Riquelme Fleitas (35) es un abogado litigante nacido en Areguá, perteneciente al Partido de la Participación Ciudadana. Ofrece charlas y asistencia gratuita sobre temas que conciernen a violencia familiar y prestación alimentaria.

Le interesan la literatura y pasar tiempo de calidad con sus hijos, Aaron (5) y Aurora (1), que, según afirma, son el motor de su vida. Ellos son quienes lo inspiran a luchar día a día por un país mejor para todos, y considera que las acciones que llevamos adelante hoy día son determinantes para el futuro de las generaciones que vendrán.
Es, en sus palabras, un “acérrimo defensor de la patria”. En 2020 asumió el desafío de lanzarse como candidato a concejal de la ciudad de Lambaré: “De ser un espectador pasé a ser protagonista activo como candidato político”.

Una anécdota inolvidable:
En Paraguay, es muy difícil afrontar una candidatura sin ser parte de un partido tradicional, sin estructura y, mucho menos, sin dinero. En las elecciones municipales no contaba con los recursos necesarios para solventar voluntarios que me ayuden a llegar a cada barrio. Mi madre, de más de 60 años, se ofreció a acompañarme y recorrer Lambaré, para repartir mis propuestas casa por casa. Fue impresionante cómo la gente vio con buenos ojos que ella vaya conmigo casa por casa. Por cierto, me siento muy orgulloso de ella, que confió y sigue confiando en mí.

A nivel mundial, ¿con qué político o dirigente simpatizás más y por qué?
Con Luiz Inácio Lula da Silva, por su humildad, por su origen dentro de la política. Nació en un sector social tan sensible y fue líder de un sindicato muy grande en Brasil; por su perseverancia incansable al intentar ser presidente en más de tres ocasiones.

Él entendió que gobernar es instalar políticas públicas para todos los sectores, sin distinciones; que los sectores empobrecidos también tienen derecho a un plato de comida diario asegurado en sus casas y a acceder a mejor educación; él implementó planes para que las personas accedan a estudios universitarios. Esa fue su política de reducción de pobreza que aplicó en su país.

¿Cuál te parece que podría ser el rol del Estado para el incentivo de la participación joven?
Creo que directamente no depende del Estado central, sino de que la clase política retome el rumbo, que cumpla su rol de representar al pueblo y para el pueblo. De esa manera la juventud volverá a confiar en la política y la gente va a involucrarse y participar activamente, no solo cada vez que existan elecciones.

¿Qué le dirías a las juventudes interesadas en política hoy?
Que asuman el desafío y sean partícipes del cambio desde su comunidad y a nivel país; que no tengan miedo a tomar el desafío de asumir una candidatura para cualquier tipo de cargo electivo. No somos el futuro del país, somos los responsables de que nuestros actos de hoy determinen el futuro de nuestro país.

No somos el futuro del país, somos los responsables de que nuestros actos de hoy determinen el futuro de nuestro país.

Oscar Chicho Riquelme
Johanna Ortega. Fotografía: Javier Valdez.

Johanna Ortega

Johanna Ortega Ghiringhelli (35) es consultora en temas de democracia, transparencia, gobiernos locales y cambio climático. Participó del centro de estudiantes de su colegio y de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes). Su militancia se relacionó muy de cerca con la lucha estudiantil; la defensa de la educación pública y de calidad despertó su curiosidad por la política. Luego se sumó a la Juventud del Partido País Solidario, donde sigue militando.

Estudió Ciencias Políticas y realizó un diplomado en Gobernanza Climática Local. Con el eslogan Hasta cambiarlo todo, fue candidata a la intendencia capitalina en 2021 y ocupó la tercera fuerza en su debut electoral, cuando obtuvo más de 12.000 votos. Durante la campaña, logró sacar a la luz hechos de corrupción de la anterior gestión, en el caso conocido como Nenecho Papers. Una de sus mayores motivaciones es garantizar todos los derechos a todas las personas.

¿Cuál considerás que es tu mayor desafío?
Creo que estoy transitando por el mayor desafío de mi vida: candidatarme para representar a los paraguayos y paraguayas, y enfrentarme a estructuras arraigadas en el Poder Legislativo. Un desafío mayor será la gestión en una Cámara conocida por bochornosos espectáculos y debates mediocres. Mi compromiso es no defraudar a quienes me voten y defender con altura el presente y el futuro de nuestro país.

Las nuevas generaciones no queremos solamente darle un rostro más fresco a la política, sino también hacer que la gente vuelva a confiar en sus representantes, con una forma de activar políticamente, con transparencia, para correr los límites de lo posible y demostrar que somos capaces de realizar las transformaciones profundas que necesitamos.

¿Cuál te parece que podría ser el rol del Estado para el incentivo de la participación joven?
Cuando constantemente ignorás a una persona, es normal que no se entusiasme mucho si la llamás una vez cada cinco años para una elección. Es mentira que a los jóvenes no les interesa la política, lo que no les interesa son las ofertas electorales. Las grandes manifestaciones de nuestra historia estuvieron siempre impulsadas por jóvenes, basta recordar los Marzos Paraguayos de 1999 y 2021.

Creo que algo puntual que podemos hacer como Estado es mejorar la representación juvenil en instituciones públicas […]. Acá lo importante es que los y las jóvenes tengan poder sobre su presente y su futuro, que sus voces sean escuchadas y respetadas.

¿Qué le dirías a las juventudes interesadas en política?
Que se sumen a organizaciones juveniles, ya sea una juventud de un partido, una organización de la sociedad civil o un voluntariado, los jóvenes ganan poder cuanto más participan y dan dinamismo a las estructuras políticas. Hay demasiado por construir y hacer todavía. Que se formen en causas y temas que les interesan para ser voces de referencia. Que empiecen a activar desde su espacio más cercano —colegio, barrio, comunidad o iglesia—, que la política se hace todos los días y en todas partes.

Lo importante es que los y las jóvenes tengan poder sobre su presente y su futuro, que sus voces sean escuchadas y respetadas.

Johanna Ortega
Federico Enciso. Fotografía: Javier Valdez.

Fede Enciso

Federico Fede Enciso (27) es técnico contable y técnico del Área de Niñez y Adolescencia. Posee una trayectoria política que se remonta a segundo grado de la escuela primaria. Desde entonces representó a sus compañeros, formó parte del Centro de Estudiantes de su colegio y participó de cerca en otras experiencias de militancia estudiantil secundaria; fue coordinador ejecutivo de la Fenaes.

Al mismo tiempo, su militancia se volcó hacia lo político partidario, en el PLRA. Por otro lado, según explica, hasta ahora forma parte de organizaciones sociales vinculadas con la educación, el trabajo y los derechos humanos.

Actualmente es técnico y promotor del Área de la Niñez y Adolescencia de la ciudad de Asunción y gremialista. Le gusta bailar, viajar y se considera un gran aficionado al cine. Entre sus gustos, podemos citar a la saga Star Wars, la serie de tevé Los Simpsons y la legendaria banda de música Queen.

Una anécdota inolvidable:
Mis familiares fueron dirigentes de fútbol en el interior. En una oportunidad, en la final de la Liga Pirayuense de Fútbol, se hizo un homenaje a mi abuelo. Al momento de la entrega de trofeos, uno de los descendientes debía dar unas palabras en público y mis tías me pidieron que fuera yo. A mis tempranos cinco años, hablé por primera vez ante la mirada de los asistentes, los deportistas y la prensa, y si bien estaba muy emocionado, logré una buena presentación.

A nivel mundial, ¿con qué político o dirigente simpatizás más y por qué?
Con Alexandria Ocasio-Cortez, porque es una referente joven que reivindica cuestiones importantes para nuestra generación, como por ejemplo la igualdad, el medioambiente, el trabajo digno y la no discriminación.

¿Cuál te parece que podría ser el rol del Estado para el incentivo de la participación joven?
En primer lugar, promover la educación cívica y la necesidad de la participación protagónica de la niñez, la adolescencia y la juventud en los grandes temas de dichos segmentos poblacionales; erradicar los estigmas y prejuicios que existen contra los jóvenes, que generan apatía e indiferencia ante cuestiones políticas y sociales.
Y, por último, incentivar los liderazgos juveniles en espacios de decisión.

¿Qué les dirías a las juventudes interesadas en política?
El Paraguay tiene grandes desafíos que deben ser debatidos y trabajados, ya que eso beneficiará a nuestra propia generación; a pesar de las dificultades, no podemos permitir que nos ganen la indiferencia y la resignación. Tenemos una responsabilidad histórica de organizar, movilizar y entusiasmar a nuestra sociedad para lograr los grandes cambios que necesitamos.

¿Cómo ves el futuro de la política en Paraguay?
Hoy, los referentes políticos están alejados de la realidad y de la gente. Si no se cambia eso, corremos el serio peligro de sufrir avances autoritarios, violentos y poco democráticos que nos llevarán a un retroceso aún mayor. Tiene que acabar el “que coman pasteles”, de María Antonieta, y debemos adecuarnos a los desafíos globales.

Si no se cambia eso (las prácticas políticas tradicionales), corremos el serio peligro de avances autoritarios, violentos y poco democráticos que nos lleven a un retroceso aún mayor.

Fede Enciso
Jazmín Narváez. Fotografía: Javier Valdez.

Jazmín Narváez

Jazmín Narváez Osorio (38) es abogada, una de las nuevas voces del coloradismo y resulta, muchas veces, hasta crítica de su propio partido. Se considera fanática de su país y de su agrupación política, pero —y enfatiza— “en ese orden”. Este año, llamó la atención de la prensa con sus infortunados dichos sobre el fallecido fiscal Martín Pecci, pero también fue noticia por ser juzgada públicamente por su forma de vestir (sí, en pleno 2022).

Es egresada —en el cuadro de honor— de Derecho, carrera que cursó en la Universidad Nacional de Asunción. Hoy es diputada nacional electa, pero antes de asumir el cargo fue funcionaria del Ministerio Público, agente inmobiliaria y, también, se dedicó a la producción ganadera.

Su militancia empezó desde muy joven: con apenas 12 años, participó de las elecciones y del centro de estudiantes de su colegio, el Centro Experimental Paraguay-Brasil. Su militancia partidaria comenzó en las internas de Argaña versus Lino Oviedo, cuando pegaba calcomanías y visitaba casas vecinas en compañía de sus padres.

¿Qué te motiva para continuar?
La idea de aportar al desarrollo de nuestra nación y contribuir con la construcción de un futuro de mejores posibilidades para los jóvenes, de garantizar la calidad de vida de nuestros ancianos, de igualdad social traducida en el acceso a la salud universal de calidad a todos nuestros compatriotas, de igualdad en oportunidades para nuestras mujeres y niñas, de mayor seguridad en las calles y en todos los hogares y, por último pero no por eso menos importante, de lograr una reforma integral de nuestra educación, que necesita ser más eficiente y competitiva.

¿Cómo es el Paraguay con el que soñás?
Un Paraguay moderno y competitivo en el que el ciudadano sea cada vez más independiente como resultado de políticas públicas que así lo permitan. Lindo sería un país donde nadie necesite ni venir a pedir ni usar “recomendaciones”, un país en el que todas las soluciones estén al alcance de la mano, para todos por igual, que nada dependa del caudillismo, que los militantes de los distintos partidos lo hagan por convicción ideológica y no por necesidad, que nazca desde su libertad.

¿Cuál te parece que podría ser el rol del Estado para el incentivo de la participación joven?
Una cosa debe quedar bien en claro: la democracia va mucho más allá de ejercer el voto. Debemos instar a la juventud a actuar activamente en las decisiones de un país; más que hacer que el joven se identifique con un partido, es importante darle causas y la oportunidad de ir ocupando espacios de representación.

¿Qué les dirías a las juventudes interesadas en política?
Que tengan fe en sí mismos, que lo hagan, no permitan que sus ideas se queden afuera. Cada voz es necesaria e importante, y más aún la de una enorme generación que ya nació y creció en esta era democrática.

¿Cómo ves el futuro de la política en Paraguay?
Muy alentador, ya que existen actualmente ciudadanos cada vez más alertas y críticos. Este control social irá mejorando indudablemente la gestión de la cosa pública.

Veo ciudadanos cada vez más alertas y críticos. Este control social irá mejorando indudablemente la gestión de la cosa pública.

Jazmín Narváez
Soledad Blanco. Fotografía: Javier Valdez.

Soledad Blanco

Soledad Sole Blanco (31) es la primera generación universitaria de su familia y transitó buena parte de su formación en la escuela pública: “Me tocó vivir la realidad de la educación paraguaya: estudiar sin pupitres, muchas veces bajo un árbol, donde los techos se caen y los docentes son marginados y olvidados”.

Su currículo académico es extenso. Es magíster en Innovación Educativa por la Universidad Autónoma de Barcelona, beneficiaria de Becal. Es una ferviente apasionada de la educación y el emprendedurismo, que considera las dos vías principales por las que nuestro país saldrá adelante.

Desde muy joven se involucró en distintas organizaciones y causas sociales, pero es la primera vez que se inserta en un espacio de disputa de poder por medio de elecciones. Participa del espacio Alianza Encuentro Nacional, enmarcada dentro de la Concertación Nacional.

Una anécdota inolvidable:
Luego de una clase sobre las políticas de apoyo a emprendimientos impulsadas desde el Estado, en una conversación sobre las necesidades que deberían fortalecerse a nivel nacional, Cynthia, una alumna emprendedora, me preguntó: “Profe, ¿vos qué estás haciendo para atender esas necesidades?”. Le respondí lo que me hacía en ese momento, que era aportar desde la academia, acompañar a emprendedores en proceso de incubación y ser mentora de emprendimientos sociales.

Me volvió a interpelar: “Pero, profe, ¡vos podés hacer mucho más! ¿Por qué no te involucrás en los espacios donde se dictan esas políticas de emprendimiento?”.

En ese momento abrí los ojos: son necesarias personas con conocimiento de la realidad y capacidad para transformarla.

¿Cuál considerás que es tu mayor desafío?
Considero que el mayor desafío que tenemos los candidatos y las candidatas jóvenes en estas elecciones es movilizar al 52 % del electorado menor a los 39 años y así lograr que la juventud haga escuchar su voz el 18 de diciembre y el 30 de abril.

Cuando llegue al Congreso, considero que el mayor desafío estará en luchar contra las prácticas prebendarias y los sistemas instalados que ponen en primer lugar sus intereses particulares antes que el bien común.

¿Cuál te parece que podría ser el rol del Estado para el incentivo de la participación joven?
El Estado debería potenciar la participación juvenil a través de acuerdos con organizaciones sociales y gremiales, pero sobre todo la academia; se debe potenciar la educación cívica desde la escuela con ejes transversales dentro de la malla curricular elaborada por el Ministerio de Educación.

En el área de voluntariado, los jóvenes nos movilizamos ampliamente por causas que nos mueven y nos interpelan directamente, gracias a que estas organizaciones logran convencer acerca de la importancia que tienen esas causas dentro de la sociedad. Creo que el Estado debe aprender de estas experiencias y, primeramente, educar y concienciar acerca de la importancia de la participación cívica, para luego lograr la movilización masiva de jóvenes en espacios de participación ciudadana.

¿Qué les dirías a las juventudes interesadas en política?
Que no tengan miedo, que se animen a involucrarse, que sean protagonistas en espacios de decisión, porque nadie conoce mejor que nosotros nuestras necesidades y prioridades. Está en nuestras manos hacer un cambio real, a través de la formándonos y la participación, pero sobre todo con posturas claras y concisas sobre la conducción de nuestro país.

Está en nuestras manos poder hacer un cambio real, formándonos, participando, pero por sobre todo sentando posturas claras y concisas en la conducción de nuestro país

Sole Blanco
Raúl Benítez. Fotografía: Javier Valdez.

Raúl Benítez

Raúl Benítez Talavera (29) fue presidente del Centro de Estudiantes de su colegio y durante la universidad, participó activamente en el movimiento UNA No te Calles, en los años 2015 y 2016, desde la Facultad de Ingeniería. Fue presidente del Centro de Estudiantes y también presidió la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción.

Raúl es docente en universidades y colegios secundarios, y profesional del rubro de la ingeniería electromecánica.

Una anécdota inolvidable:
Todo lo que significó UNA No Te Calles, esa lucha durante dos años. Por un lado, todo ese movimiento colectivo juvenil, la organización para cuidar los papeles, los días en el Campus que estuvo ocupado solamente por universitarios con música y alegría; por otro lado, la incertidumbre de lo que podía pasar; las discusiones, diferencias y amenazas; los llamados de la Fiscalía y muchas otras vivencias que nos hicieron trabajar y fortalecernos como equipo para tener una mejor educación.

Particularmente, recuerdo una: estábamos con un grupito de 30 estudiantes frente a un canal esperando a Froilán Peralta, a quien en ese momento entrevistaban. Colaborando con nosotros se encontraba la entonces presidenta de la Coordinadora de Abogados del Paraguay, Kattya González —ahí justamente la conocí— y la recomendación que nos dio, fiel a su estilo, fue: “Chicos, recuerden que escupir no está tipificado” [risas]. En ese lapso salió Froilán en una patrullera, en contramano, ¡y se comió un lindo escrache!

¿Cómo es el Paraguay con el que soñás?
Sueño con un país donde las brechas socioeconómicas no sean una condición a la hora de tener oportunidades y de acceder a servicios básicos como una educación pública gratuita y de calidad, transporte público, vivienda y trabajo digno; un país donde el Estado de una vez ejerza su rol y garantice igualdad de oportunidades a su gente.

¿Cuál considerás que es tu mayor desafío?
Entrar a la cancha el próximo año y abrir las puertas a una generación entera que busca tener un país distinto, que intenta encontrar su espacio para construirlo. Yo estoy convencido de que acá lo vamos a encontrar. El desafío más grande es trabajar en un proyecto a largo plazo que vaya más allá de cinco años en la Cámara, que apunte a ocupar espacios y forme parte de la toma de decisiones en un país que necesita renovar su clase política con diversas formas de participación.

¿Qué les dirías a las juventudes interesadas en política?
Que les invito a participar más allá del voto. Estamos construyendo un proyecto político que busca representar a todos los jóvenes del departamento Central y, en ese sentido, buscamos tener la mirada de todos los jóvenes de distintos sectores. Es hora de que entremos a la cancha juntos, que no sea una sola voz, sino la voz de miles y miles que hoy no se sienten escuchados ni representados.

Sueño con un país donde las brechas socioeconómicas no sean una condición a la hora de tener oportunidades y de acceder a servicios básicos

Raúl Benítez

En Paraguay

Según datos del Instituto Nacional de Estadística publicados en septiembre de este año, el 27 % de la población paraguaya tiene entre 15 a 29 años. Sin embargo, la edad promedio de la Cámara de Diputados supera los 45 años y es nula la representación de juventudes allí, aunque las candidaturas son posibles desde los 25 años. 

Para el 2023, las masas juveniles son la esperanza de cambio. Su acción democrática basada en el sufragio es solo una de las aristas de acción, su participación política es clave y debe apuntar al crecimiento y el desarrollo de un escenario democrático fértil para sembrar las semillas de un Paraguay soberano. 

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