Nota de tapa

El lado paternal de Renato Prono

Sobre la exposición social, los desafíos y las satisfacciones de ser el papá de Fiorella

¿Cuántas preguntas pasaron por tu mente la primera vez que viste los característicos rasgos de Renato en el rostro de Fiorella? Estamos seguros de que algunas de esas interrogantes serán respondidas en esta amena entrevista con el atleta favorito del país, una conversación enmarcada en el Día del Padre y, honestamente, mucha curiosidad.

Por Patricia Luján Arévalos. Dirección de arte: Gaby García Doldan. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez. Locación: Club Polo.

Una fresca tarde de junio nos acercamos a Areguá para conversar con el atleta, influencer y emprendedor favorito de Paraguay, Renato Prono, y su hija, Fío Prono.

Acostumbrado a la presencia de la prensa, Renato ayudó a Fiorella a sentirse cómoda rápidamente frente a nuestra cámara, y posaron juntos para retratos que encapsulan tiernamente este momento, en el que su relación alcanza uno de los puntos más altos.

En la entrevista que siguió, Renato no temió responder con honestidad nuestras preguntas y realizar un rápido viaje al pasado, a aquellos primeros tiempos de vida de su hija. Un continente lo separó del nacimiento de Fío mientras cursaba la universidad en Estados Unidos, y no duda en reconocer que el tiempo jugó un rol clave en su relación: “A medida que ella se fue haciendo más grande, yo también crecí y maduré, y logramos construir algo en conjunto que, ahora, te puedo decir que es muy hermoso”.

Su público, en general, conoció a Fío recientemente, gracias a una serie de publicaciones en las redes oficiales de Ato, posteos que la fueron introduciendo paulatinamente.

Hoy, Fiorella Prono es, probablemente, la niña de 12 años más famosa de nuestro país, pero juntos disfrutan de placeres muy simples que van más allá de las pantallas del teléfono. Ama el fútbol y el vóley; una de sus actividades favoritas de padre e hija es (y seguro más de uno lo adivinó): comer. “Nos gusta mucho salir a merendar”, dice Renato con la voz perdida en algún recuerdo particular que no comparte con palabras, pero sí con la sonrisa cómplice de un papá.

¿Cómo te enteraste de que serías papá y cómo te sentiste al recibir la noticia?
Yo me enteré de que iba a ser papá muy joven y fue una reacción… [risas]. Tuve varias emociones. Me sentí feliz y también un poco perdido, porque yo era muy joven, no sabía cómo iba a encarar ese momento de mi vida. Pero por suerte tuve todo el apoyo de mi familia y también la del lado de la mamá de Fiorella.
Sobrellevamos de la mejor manera posible, según nuestras capacidades y de acuerdo con la edad que teníamos.

¿Cómo fue evolucionando tu relación con Fío a través de los años?
Esta es una de las mejores preguntas que me hicieron sobre mi relación con ella. Fue evolucionando de una manera lenta, pero muy segura.

Cuando nació yo estaba en la universidad en Estados Unidos, entonces no tuvimos mucho contacto al empezar. Pero a medida que ella se fue haciendo más grande, yo también crecí y maduré, y logramos construir algo en conjunto que, ahora, te puedo decir que es muy hermoso. Me pone muy feliz la relación que tenemos, cómo nos llevamos y la dinámica que manejamos.

¿Qué es lo más desafiante de ser papá de una (casi) adolescente?
Lo más desafiante es que, bueno, yo soy joven y ella también está empezando a entrar en esa etapa de adolescencia por la que todos pasamos.

Lo simpático es que yo pasé por esa etapa hace relativamente poco tiempo; entonces, me es muy cómico verle actuar a ella como yo lo hacía con mis padres, y me vienen recuerdos de cuando ellos me decían ciertas cosas y yo no comprendía. Ahora estoy en la posición de decirle a ella que yo ya atravesé esa edad y que esto es así o no.

Es un reto poner límites sin dañar la relación, sin que ella se enoje, se cierre o que, de repente, oculte cosas. Eso es lo más desafiante de ser padre de una adolescente.

Sos un padre joven, ¿te parece que eso es un pro o un contra en tu relación con Fío?
Para mí es un pro. Me encanta que nos llevemos pocos años de diferencia y poder hablarle con cierto lenguaje, uno que ella acepta. De repente somos más amigos que padre e hija, inclusive, y es la relación que, personalmente, siempre quise y quiero tener con mis hijos —con ella y los futuros, si todo sale bien—.

Siempre quise una relación de amistad, de poder hablar de muchas cosas, jugar y divertirnos juntos. No me gusta esa figura parental de solamente poner límites, a quien ella tenga que obedecer por el solo hecho de ser su papá. Quiero enseñarle cosas y que ella comprenda por qué las está haciendo, que entienda que no es solo porque yo digo.

¿Cómo describirías tu relación con tu papá?
Mi relación con mi papá es un poco así como la que tengo con Fío, somos buenos amigos, el tiempo que pasamos juntos es a través de la actividad física. Nuestro lenguaje de amor es el deporte: jugamos pádel, fútbol y vamos al gimnasio.

Es una relación muy buena de padre e hijo. Recién ahora empezamos a hablar de temas más profundos o de la vida misma. Es una etapa linda, me gusta mucho.

¿Qué aprendizajes te quedaron de tu relación con tu papá y cómo los aplicás a tu propia paternidad?
Me quedaron los aprendizajes de que se puede ser buena onda y trabajar a través del positivismo, reforzar las cosas buenas y no solamente [castigar] lo malo.

Aprendí el apoyo incondicional. Mi papá y mi mamá nunca me dijeron que yo no podía hacer algo, siempre apoyaron mis sueños, por más locos o irreales que sonaran. Siempre confiaron en mí. Quiero hacer eso también, estar ahí con Fío, apoyarle, que se sienta libre de contarme sus sueños y, de alguna manera, ser parte de ellos, ayudarla a que los consiga.

Sos atleta a tiempo completo y emprendedor, ¿cómo combinás todas tus obligaciones con tu rol de padre?
Esta administración de tiempos es lo más complicado. Creo que no solamente yo, sino que todas las personas a mi alrededor hacemos un esfuerzo enorme para que pueda cumplir con mis cosas y también con Fío.

Todos estamos involucrados en la vida de todos. Alba (mi prometida) y la mamá de Fío, nos complementamos, ayudamos y ponemos como prioridad estar bien y, sobre todo, que mi hija esté bien y que nunca le falte nada. Es un poco cansador, pero muy satisfactorio

Como influencer y figura en las redes, tenés muchos compromisos sociales que ocupan un tiempo que podría considerarse “libre” para otras personas. ¿Cómo toma Fío esa situación tan particular?
Honestamente, es un tema que ya llegamos a hablar. Hay una diferencia —y tiene que haber una diferencia muy grande— entre el personaje Renato Prono conocido y la relación que tengo con ella.

Eso puede confundirse. Es importante para mí no entrar a las redes sociales cuando estoy con Fío; trato de no usar tanto el teléfono y vivir el momento. Intentamos ir a lugares donde no estemos tan expuestos para que ella pueda relajarse y soltarse. Si vamos al cine o al shopping, la gente se acerca y se saca fotos con nosotros, y eso puede ser muy abrumador para ella, que todavía es una niña, aún no comprende tanto el concepto de lo que yo hago.
Igual, disfrutamos juntos y estamos logrando hacer que todo esto funcione muy bien.

Mostrar más tu relación con Fío marcó un antes y un después en tu imagen pública. ¿Cómo tomaste esa decisión y cómo influyó en el tipo de contenido que realizás?
Yo tomé una decisión bastante importante. Antes no la mostraba en redes sociales porque a mí nunca me gustó el hecho de que la gente les exponga desde chiquitos a sus hijos, sobre todo cuando no tienen edad de comprender lo que está pasando. Yo no quería darle una exposición que ella no hubiera querido, sin su consentimiento.

Ahora Fío ya creció, yo hablé con ella, le pregunté si quería aparecer en mis redes, si le molestaba que se le filme o se le conozca. Ella entendió y me dijo que no le molesta, entonces empezó a aparecer mucho más en mis redes sociales y demás.

Aparte, no todo lo que hacemos juntos lo alzamos a las redes, hay mucho más que la foto que pueden llegar a ver en Instagram.

Fío está ganando mucho reconocimiento en redes sociales. ¿Qué consejos tenés para ella, basado en tu propia experiencia ante el ojo público?
Está empezando recién, creo. Fío dijo alguna vez que quería ser influencer  o algo así, y por mí no hay problema. Pero le expliqué ciertos mecanismos de privacidad que vamos a aplicar: ella no tiene que hablar con nadie en redes sociales a través de un perfil público, el cual le voy a ayudar a manejar yo, y voy a ver qué fotos sube o no sube. 

Yo voy a encargarme de eso para que ella tenga otra red social donde pueda estar con sus amigos y comunicarse con ellos. Todo esto es para que no se exponga o comparta de más, porque hay mucha gente malintencionada y nosotros no queremos que ella se junte con ese tipo de personas.

¿Reconocés algo de vos mismo en la personalidad de Fío? Si es así, ¿qué genera eso en vos? ¿Cómo te hace sentir?
Honestamente, creo que todo de mí veo en Fío. Es simpático y hasta da miedito. Nos asemejamos mucho físicamente, pero sobre todo nos parecemos en la forma de actuar y la personalidad. Cuando ella hace chistes o empieza a bromear con la gente, me río porque actúa igual que yo [risas].

¿Sentís alguna presión por ejercer la paternidad de cierta manera, quizás previamente establecida por la sociedad?
La única presión que yo siento es la mía, la que yo me pongo, la de ser padre. [Hablamos de] una persona que es tu responsabilidad, que está creciendo y se encuentra en un momento muy importante. Las lecciones que estoy dándole, ella las va a usar en su vida, para siempre. 

Esa es la única presión que realmente siento. Después, ¿las presiones de la sociedad? Yo ya no me guío por eso.

¿Cuál fue el mejor consejo que recibiste en tu vida?
Nunca rendirme: si creo en algo o quiero algo, que vaya, pruebe y nunca pare hasta lograrlo.

¿Cómo viven Alba y vos, próximos a casarse, esta parte de tu vida?
Alba y yo llevamos juntos casi ocho años. Somos superfelices, estamos creciendo como personas, individualmente y en pareja. Seguimos madurando mucho.

Empezamos muy jóvenes y evolucionamos con el tiempo. Vemos las cosas de manera diferente y vamos a casarnos el año que viene. Es todo muy emocionante, tratamos de disfrutar al máximo el presente, cada momento, y también de nosotros mismos y lo que estamos logrando. También disfrutamos de Fío en nuestra vida.

Nos emociona mucho lo que traerá el futuro. Espero que sea muy bueno.

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