Música

Manos de mujeres

En el backstage de los mejores conciertos

Faltan días para el gran evento y la escena se repite: una gran superficie que de a poco se llena con las plataformas para generar la inolvidable experiencia del mayor festival de música del país. Con los escenarios listos y todos los equipos trabajando 24/7, conocimos a ocho de las protagonistas que hacen los sueños posibles.

Por Laura Ruiz Díaz. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Antes de que terminen de montar las estructuras que hoy vemos en el Comité Olímpico Paraguayo (COP), este año
sede del Asunciónico, nos dimos cita en el predio para conocer a quienes están detrás de cada detalle para que el show sea lo que disfrutaremos desde el 19. Ellas son Jazmín Garcete, que comanda el área gastronómica; Gabriela Fernández, site manager a cargo de la producción técnica; Belén Larán, productora de dicho equipo; Natalia Quattrocchi, en marketing; Judith Martínez, en el área de hospitalidad (¡específi camente los camerinos de tus artistas favoritos!); Vane Melgarejo, quien gestiona las experiencias de cada una de las marcas, y Annabel Pitaud, en streaming, parte del departamento de Comunicación, espacio compartido con Guadalupe Báez como PR.

Para muchas personas, sus vidas son un sueño. ¿Quién no querría trabajar de lo que le gusta, la música y, si se da, compartir con sus artistas favoritos? Ellas viven esa realidad y, desde cada uno de sus lugares, trabajan sin descanso para pensar, generar y realizar el festival más importante del país.

La jefa

Gabriela Fernández, o Gabi, es arquitecta y ejerce el rol de site manager. Bajo su responsabilidad está todo lo referente al espacio físico donde se va a desarrollar el evento. Cada día enfrenta distintos desafíos pero, para ella, lo más complicado es “lo que no se puede controlar: el tiempo y el clima. Estas variables te obligan a estar alerta constantemente y pensar en soluciones en el momento, es una sensación de mucha adrenalina”.

Gabriela Fernández, site manager.

Ella se dedica a este rubro desde hace 11 años y se sumó casi de casualidad. De a poco descubrió este mundo y, al ,ismo tiempo, su pasión: “A partir de la experiencia me di cuenta de que quería dedicarme a ser arquitecta de eventos, ya no de construcción”.

El proceso de montaje de un festival de esta envergadura es de 15 a 20 días, pero ella ya trabajó en los planos y la conceptualización desde hace varios meses. Estas últimas jornadas son las más difíciles: “Ahora empieza el ajetreo: los tiempos se acortan, los problemas se agrandan, las opciones se acaban… pero es genial, adrenalina al 100%». Su foco está puesto en la meta y en cuidar cada detalle para que la experiencia se desarrolle con éxito. “Prácticamente vivimos acá, vine con Pituco, que es mi perro de 10 años, y él me acompaña en el montaje”, describe.

Cada una de sus experiencias laborales es, para Gabi, un momento memorable y gratificante. “Me regala risas, llantos
y enseñanzas que me ayudan a crecer tanto personal como profesionalmente”, dice. “Me considero una persona
demasiado afortunada de poder vivir haciendo lo que me encanta”, afirma con convicción.

Fernández considera que en el rubro todavía hay muchos espacios que ocupar. “Tanto para mujeres como para hombres”, aclara y sigue: “Uno se hace camino al andar mediante la dedicación y los conocimientos, así que es necesario formarse y sumar proyectos, que hay muchísimo más por desarrollar y colaborar con la industria”.

Vivir el sueño

El trabajo de una productora, sobre todo tan cerca de la fecha del evento, nunca termina. Especialmente en el caso de Guada Báez y Nati Quattrocchi, que se encargan de dos áreas muy cercanas a todo lo que es la conceptualización. “Termina una edición y ya estamos planeando la del año que viene”, dice la primera, entre risas, mientras Natalia asiente: “No hay descanso”.

Para Quatrocchi, su trabajo consiste, primero, en el análisis del mercado. “Lo que a nosotros como equipo nos compete es vender el show, no solo a los sponsors, sino principalmente al público”. Por eso planifi can cada parte de la
experiencia, empezando por la conceptualización. Cada uno de los festivales tiene una identidad propia. En conjunto, desarrollan qué es lo que se quiere transmitir, qué ofrecen los headliners y, a partir de ahí, buscan aplicar (o traducir) los contenidos al público local. Además, Guada aplica todo eso a la hora de buscar media partners y elegir los adecuados para el festival.

Guada Báez, PR y comunicación.

“No solo cumplimos el sueño de la gente al traer a estos artistas, sino que también el nuestro. Es genial trabajar en esto”, dice Guada. Y Natalia retruca, cómplice: “Pero es un objetivo que logramos después de años de trabajo, sudamos cada segundo para estar donde estamos, trepando cada eslabón”.

Para todo el equipo, un momento único y memorable es ver y compartir con las personas, vibrar al escuchar a sus artistas favoritos. “Te llena con tantas buenas energías que ni siquiera puedo explicar lo lindo que es”, dice Gabi. Y claro, es un plus saber que cada persona, de las 500 que trabajan directamente, es responsable de tanta felicidad.
Estas mujeres están desafiando los estereotipos de género y abriendo camino en una industria quizás tradicionalmente dominada por varones. Su dedicación, creatividad y liderazgo no solo contribuyen al éxito del Asunciónico, sino que también nos inspiran y nos animan a pensar que sí, se puede, aunque con mucho esfuerzo y trabajo.

Natalia Quattrocchi, marketing.

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