Música

Maná

El esperado regreso del ícono mexicano

Tuvimos la envidiable oportunidad de conversar con Fher, Juan Calleros, Alejandro González y Sergio Vallín sobre el streaming, el componente mexicano de su música, el amor como tema recurrente en sus discos y el nuevo espectáculo que van a montar este 16 de febrero en La Nueva Olla.

Por Patricia Luján Arévalos. Imágenes: gentileza de G5Pro.

La voz de Fher Olvera, vocalista y compositor de Maná, es uno de los sonidos más reconocibles de los 90, aunque la influencia de la banda se extiende ya desde mediados de los 80 y sigue relevante cuadro décadas después. Sus palabras y las de Juan, Alejandro y Sergio resonaron en nuestras oficinas en anticipación a su ansiada presentación en Paraguay, ocho años después de su última visita.

Con cuatro décadas de carrera encima, Maná es un ícono del rock latino que une generaciones. ¿Qué les trae más orgullo de todos estos años sobre el escenario?
Alejandro González (AG): – Aquí lo interesante es que Maná ha durado tantas décadas gracias a la música, que pasó de generación en generación, canciones que aguantaron el paso del tiempo y se siguen escuchando con esa misma energía y frescura. Son letras que conectaron con la audiencia. Otra cosa que yo creo ayudó mucho es que la banda siempre ha estado muy presente haciendo giras; tocamos en muchas partes del mundo y eso le da la oportunidad a la gente de vernos en vivo para hacer lo que sabemos hacer arriba del escenario: conectar con el público. Es una combinación de esos factores.

Recién los describí como una banda latina, pero existe un componente mexicano específico e importante en el sonido de Maná.
Sergio Vallín: – Efectivamente. El sonido de Maná es muy ecléctico y por supuesto que tiene ese corazón mexicano. Los cuatro vivimos en México y amamos nuestro país. Siempre tratamos de enriquecer nuestra música con elementos que sentimos que van con nosotros, ya sea una Mariposa traicionera con un toque de bolero o algo ranchero, rock & roll, reggae… La banda no tiene límites en ese sentido. Nos gusta hacer lo que sentimos, lo que nos nace de las vísceras, como dice Fher. Y las letras, pues olvídate, de una forma muy respetuosa y amorosa siempre hablamos de distintos temas: ecología, derechos humanos, amor, desamor, pero de una manera muy poética y pensada.

¿Dirían que la tecnología de streaming les ayudó a ganar público más allá de las fronteras y las generaciones?
Fher:
– Creo que sí. Es una herramienta bien interesante que te conecta con gente de todos los países, une música de hace mucho con la de ahorita, es como un brebaje de tiempo y culturas que se proyecta gracias a las redes. Personalmente, somos de la vieja escuela, no tenemos cifras muy altas en internet; sin embargo, llenamos conciertos, vendemos entradas en todos lados, ¿no?: Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

Ahí hay una cosa chistosa, ¿no? Pero, definitivamente, ha funcionado mucho para que la gente también se acerque a los conciertos. Sin embargo, ni cerquita es lo mismo vernos por redes que en vivo. Es otra historia. Creo que cualquier banda tiene algo muy cercano con la gente, y especialmente nosotros: nos gusta conectar, que los fans se sientan como un quinto Maná, que agarren la batuta de los cantos. Se hace todo un ritual de música y celebración de culturas, países, ideas y sonidos muy bonito.

Eso es lo que sucedió la última vez en Paraguay. Es un concierto que todavía tengo aquí en el corazón porque fue en un estadio enorme. Es de nuestros recitales más icónicos en Sudamérica. Hubiéramos querido regresar antes, pero ya estamos listos para este 16 de febrero. Nosotros tiraremos toda la carne al asador, tenemos muchos temas que van a disfrutar, vamos a corear un montón. Habrá dos escenarios, en uno nos acercaremos a la gente que está atrás, que no tuvo la pasta para pagar el boleto adelante, pero no pasa nada… Ahí vamos a surtir a todo el mundo de música y de amor con los Maná.

En Latinoamérica son muy, muy queridos. ¿Cuál fue el público que más les costó conquistar?
AG: – Los dos públicos que más nos costó conquistar fueron Argentina y España, pero hicimos muchas visitas de promoción. Y también es importante ganarse a la gente. Por eso te decía en un principio que una de las cosas que han servido mucho, aparte de las grandes canciones y letras que tiene Maná, es que es una banda que a la hora de tocar en vivo conecta y tiene un sonido muy potente, aunque estemos actuando en un barcito o un estadio. Las cosas no llegan ni gratis ni fácil, hay que trabajarlas.

Aunque su público es latino también en Estados Unidos, ¿les parece que es muy diferente al de Latinoamérica?
Fher: – Creo que no. En Estados Unidos, la comunidad latina está formada por mucha gente: paraguayos, chilenos, argentinos, brasileños… Llevamos esa esencia a donde quiera que vayamos, es una cosa muy nuestra. Por eso también alrededor del mundo nos quieren. Este cariño lo tenemos dentro, son sus caballos los que cabalgan en nuestra sangre con mucho entusiasmo, ilusión y alegría. Los latinos que nos van a ver a los Estados Unidos le tienen mucho ponche a los conciertos; los mismos gringos que van a los conciertos dicen: “¡wow, qué manera de divertirse tienen!” [risas].


Entre risas y complicidad, cerramos nuestra entrevista con una pregunta sobre el amor, un tema recurrente tanto en sus canciones como en sus shows. “El amor mueve el universo, por un acto de amor estamos vivos”, dijo Fher con esa voz que conocemos tan bien, mientras que Alejandro González, baterista de la banda, se despidió con una reflexión: “Es lo que más necesita el mundo hoy. Más amor, más compasión”.

La gira México Lindo y Querido llega este viernes 16 de febrero a La Nueva Olla. Las entradas están disponibles a través de Ticketea.

Recomendados

Sin Comentarios

    Dejar un comentario