Entrevistas

Sara Allinquant

Redefiniendo el oficio de influencer

Acostumbrada a la complejidad empresarial, al mundo deportivo y a los vaivenes de la moda, Sara Allinquant encontró en el encierro pandémico una oportunidad para explorar otro lado suyo. Al buscar algo positivo que aportar, halló en Facebook e Instagram las herramientas que necesitaba para sacar a relucir lo mejor de sí.

Por Patricia Luján Arévalos.

Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía y retoque digital: Javier Valdez. Maquillaje: Giovanni Bracho, para Osvaldo Bucci. Peinado: Bladimir López, para Osvaldo Bucci. Prendas: Javier Duré, para Maisón Les Duré. Agradecimientos: Porsche Paraguay y Dr. Will San.

Conversar con Sara es un placer: en la voz se le nota un enorme entusiasmo por todos los aspectos de la vida. Cuando la contactamos para esta nota, inmediatamente accedió a hacer un espacio en su complicada agenda para charlar con Pausa sobre todo aquello que la convirtió en referente para sus más de 77.000 seguidores en redes sociales.

En el plano empresarial, podrían reconocerla como una de las cabezas de la firma JGA Parfums, pero además de este glamoroso rol también se desempeña como directiva de una compañía de real estate en Florida (Estados Unidos). Sin embargo, en 2020 comenzó a cobrar notoriedad por su cuenta de Instagram, donde compartía videos motivacionales.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Pero este crecimiento en redes no es casualidad: lo que la hizo querida por sus seguidores fue el proceso que atravesó con la pandemia. Como a muchos de nosotros, a Sara la golpeó la nueva realidad de verse encerrada y con la economía parada; como corredora de carreras por más de 20 años y apasionada por conocer nuevos lugares, verse restringida entre cuatro paredes le cambió la vida. De correr 50 a 70 km semanales, pasó a un desánimo general y, en sus propias palabras: “Lo único que hacía era comer”. Con su fluctuación de peso, su desgano general y la incertidumbre propia de aquel tiempo, su malestar no hacía más que crecer.

La situación parecía no mejorar hasta que, un día, algo hizo clic dentro de ella y se propuso salir de la espiral en la que estaba estancada. “No me di otra opción”, dice Sara: “Fueron días difíciles al principio, pero cuando hay ganas, todo se puede. Gracias a Dios desde hace rato que hago deportes, entonces diseñé mis entrenamientos, mi alimentación y seguí un plan. Es importante mencionar que, al prepararme para las competencias, siempre estuve acompañada por profesionales: nutricionistas y coaches. Entonces conozco mi cuerpo y sé cómo alimentarme. Tuve mis días de bajón y recaídas, pero me levanté y así logré este nuevo estilo de vida”.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Más de un año después, alcanzó su peso objetivo y aunque reconoce que la estética es importante para ella, hace énfasis en que por fin se siente bien consigo misma de nuevo. “Traté de reflejar ese cambio en mis redes. Pasé tips de entrenamiento y alimentación; intenté motivar y mostrar que, si yo puedo, cualquiera puede, salvo que haya una enfermedad de por medio. Por supuesto, estar cerca de la gente de alguna forma también genera una motivación en mí. Muchos me envían sus fotos de antes y después, y es muy alentador”, cuenta Sara. 

La respuesta de la gente fue su mayor incentivo para superar las barreras emocionales que se generaron durante la cuarentena. Decidió hacer pública su cuenta de Instagram y cambiar su forma de comunicarse con su audiencia; pasó de utilizar la plataforma como un álbum de recuerdos, a generar contenido específicamente para quienes le escriben mensajes de aliento y consultas de bienestar. 

“Me piden entrenamientos y dietas. Siempre con responsabilidad, puedo sugerir cómo empezar, pero siempre aconsejo que para emprender un cambio de vida saludable hay que estar acompañado por un profesional”, dice Sara y agrega: “Obviamente, siempre trato de responder. A veces tardo un poco más porque no veo todos los mensajes (risas). Los fines de semanas me pongo a contestar”. Lo que ella busca es generar una conversación positiva y transmitir su amor por el deporte, pues además de ser runner también se dedica al ciclismo y la natación, y ha hecho triatlón y sprint, aunque reconoce que su primer amor fue el tenis. Además, realiza entrenamiento funcional porque una corredora necesita estar fuerte para evitar lesiones.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

¿Cómo es un día normal en tu vida?

Trato de ser disciplinada, aunque no me gusta la rutina. Varío de acuerdo con los compromisos del día. Me levanto temprano, tomo café y empiezo. Entreno siempre de mañana, así me siento libre para ocuparme de los compromisos laborales de la empresa. No tengo días ni horarios, siempre estoy al tanto de todo. Por suerte, todo lo puedo manejar desde cualquier lugar con la tecnología, pero es importante marcar presencia.

Ahora que trabajo con las redes, un día a la semana o cada 15 hacemos producción de fotos y videos para contenido, pero depende de los compromisos con las marcas.

Para tus redes, ¿trabajás principalmente sola o tenés un equipo?

Generalmente sola, pero cuando hay algunas producciones importantes con marcas como Porsche o el Grupo Monalisa, trabajo con un equipo contratado especialmente para eso. Para las demás fotos, videos y reels cuento con mi amigo, el fotógrafo Mariano Galeano. 

¿Qué papel ocupa la moda en tu vida?

Ocupa mucho, pero no soy para nada esclava de las tendencias; claro que las sigo en cuanto a colores y cortes, pero siempre las adapto a mi estilo. Creo que, a la hora de vestir, lo más importante es la comodidad y la seguridad, porque podés estar de Chanel o Dior, pero si no sabés llevar la marca, es lo de menos. También soy de reciclar y reutilizar, tengo piezas con más de 20 años a las que les cambio detalles y quedan únicas.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Como influencer es importante cultivar relaciones con marcas y diseñadores. ¿Es algo difícil de lograr?

Es importante. Lo que hago es intentar hacerme un lugar en este nicho de mercado más selectivo. ¡No es tarea fácil! Imaginate que ya soy una mujer madura y hay tantas chicas bellas, modelos y jovencitas en nuestro país, e incluso empresas de la talla del Grupo Monalisa y Diesa me abren las puertas y confían en mi imagen. Eso para mí no tiene precio. 

Hace poco fui a Miami con Porsche como parte de Lifestyle; hasta ahora, la única elegida y beneficiada por este programa, aun con los eventos cancelados por la pandemia. ¿Cómo no sentirme motivada para seguir? 

¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?

Mi lugar favorito en el mundo, sin duda, es mi casa (risas). Viajo bastante, gracias a Dios, y generalmente por compromisos laborales referentes a JGA Parfums. 

Me encanta viajar, siempre digo que son nuestras mejores inversiones. Soy muy afortunada de conocer tantos lugares del mundo, y cada vez que voy soy una esponja, me gusta conocer la cultura del país y su gente, somos de recorrer bastante y aprovechar el lugar. Si tengo que elegir un destino para volver, siempre son los pueblitos pintorescos de Francia e Italia, no encontré en ningún otro sitio ese tipo de gastronomía y paisajes.

En tus fotos siempre te vemos muy contenta, ¿cómo cultivás tu salud y felicidad?

Me he amigado conmigo misma. Me siento bien y es la mejor forma de estar con quienes me rodean. Trato de compartir con personas que aportan algo bueno a mi vida y alejarme diplomáticamente de las que no ayudan. ¡Y eso creo que se transmite!

Y, por supuesto, en las redes siempre compartimos los mejores momentos del día, ¡como si no tuviéramos problemas! (risas). Hoy por hoy, trato de convertir hasta la mala vibra en algo positivo. Creo que más que nunca necesitamos ser tolerantes.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Como buena geminiana, Sara Allinquant es muy detallista en todos los planos de su vida, tanto personales como profesionales. “Hace poco fue el Día de la Amistad y casi todos los mensajes que recibí de mis amigos decían que hago un culto a la amistad. Sinceramente, creo que es así. Soy muy amiguera y cuido de ellos, trato de dar lo que puedo y más por las personas que aprecio verdaderamente; sufro cuando me decepcionan, algo que sí me ha ocurrido, pero también vamos aprendiendo”, dice y puntualiza: “Todavía queda mucho por aprender”.

Se define a sí misma como una mujer sencilla, pero de gusto selectivo hasta en las cosas intangibles. Su adaptabilidad la ha hecho fuerte y con los pies en la tierra; dedicada a su trabajo y su familia, especialmente a su marido, Jacques Allinquant, a quien ama y admira profundamente. 

Proyectos nuevos abundan para Sara, pero especialmente uno que ya está en puerta, cuyos detalles está puliendo de a poco. “Involucra a mucha gente y está relacionado con lo que vengo haciendo en redes… Aunque quizás vaya a otra pantalla”. Hasta ahí nos puede contar.

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