Psicología

Comunicación sexual

Congeniar la libido y la pareja

Celebrar el amor de pareja es también celebrar el placer que comparten y disfrutan. Sin embargo, los desencuentros y la falta de sincronía, entre otros, son factores que inciden en la vida sexual. En conversación con dos profesionales de la sexología, profundizamos en las implicancias de la disparidad del deseo en las relaciones.

Estamos en vísperas del Día de los Enamorados, también conocido como San Valentín, una festividad originalmente católica que se celebra anualmente el 14 de febrero y que conmemora las buenas obras realizadas por san Valentín de Roma. En su versión laica, esta fecha, a la que se le llama en algunos lugares Día del Amor y la Amistad, trae consigo una carga importante de reivindicación del amor de pareja, de celebración del enamoramiento y del afecto a las amistades.

Diversas fuentes señalan que en Paraguay, en esta fecha, las parejas expresan su amor con obsequios, pasacalles —una manifestación ciertamente muy idiosincrática en el país— y todo tipo de demostraciones. Las calles se llenan de vendedores de arreglos florales, chocolates, peluches; los restaurantes y todo tipo de emprendimientos gastronómicos se desbordan de gente. Si no estás en pareja el 14 de febrero, probablemente sea una buena idea no cenar afuera.

Estar en pareja muchas veces implica cierta sintonía, gozar de una conexión que permita que el lazo sea fuerte y auténtico. Sin embargo, cuando hablamos del deseo, de la libido de cada uno, pueden existir disparidades.

Todo este preámbulo nos lleva al tema central de la nota. En una relación, una de las formas de manifestar ese amor es a través del placer y los mimos. Estar en pareja muchas veces implica cierta sintonía, gozar de una conexión que permita que el lazo sea fuerte y auténtico. Sin embargo, cuando hablamos del deseo, de la libido de cada uno, pueden existir disparidades, momentos en que el lazo no sea tan fuerte, días en que la rutina y la vida misma no posibilitan un encuentro que fortalezca el ámbito sexual.

Para hablar más apropiadamente del tema, consultamos con dos profesionales que nos comparten su lectura al respecto, sus recomendaciones y perspectivas sobre cómo congeniar la libido. Ellos son David Samaniego Portillo, psicólogo clínico, sexólogo y docente universitario; y Alessandra Rojas, psicóloga con especialización en Sexualidad, Terapia de Pareja y Consejería Sexual.

Ahora, ¿qué es la libido? Alessandra la define como una fuerza interior que experimenta una persona, que la empuja y la lleva a buscar intimidad con otro individuo; una conexión sexual que implica deseo. “Se manifiesta de manera diferente en todos. Cada uno la vive en distinta intensidad y, asimismo, busca satisfacer ese impulso de diversas maneras”, sugiere. Quienes más experimentan ese estímulo y más buscan satisfacer esas necesidades son catalogadas como personas con libido alta.

“[La libido] se manifiesta de manera diferente en todos. Cada uno la vive en distinta intensidad y, asimismo, busca satisfacer ese impulso de diversas maneras”.

Alessandra Rojas, psicóloga con especialización en Sexualidad, Terapia de Pareja y Consejería Sexual.

Es importante notar que el deseo sexual de las personas puede variar por una gran gama de factores. David comenta que algunos de estos son la edad, las hormonas, el padecer de alguna enfermedad metabólica, la ansiedad, el estrés y, claro, las dificultades familiares o económicas: “Generalmente, los mayores problemas se dan cuando una persona que está en pareja posee un bajo nivel de deseo sexual, pero también un alto nivel de libido puede tornarse un problema, ya que para tener relaciones sexuales se necesita que ambas personas sientan y tengan ganas”.

Alessandra remarca que la relación es un trabajo constante y que para mantener un deseo sexual activo y despierto lo más importante es no caer en la rutina: “La idea es introducir la innovación en lo cotidiano: cambiar de escenarios, poses, juegos, y hasta días y horarios. Lo que más rápido apaga el fuego dentro de una pareja es la monotonía”. David menciona también el uso de juguetes sexuales, disfraces o juegos de roles. Y, lo más importante, comunicar siempre lo que a uno le excita y lo que no.

“Generalmente, los mayores problemas se dan cuando una persona que está en pareja posee un bajo nivel de deseo sexual, pero también un alto nivel de libido puede tornarse un problema”.

David Samaniego Portillo, psicólogo clínico, sexólogo y docente universitario.

Cuando en la pareja existe un desencuentro, una disparidad en cuanto a la intensidad de la libido, David recomienda buscar un profesional psicólogo que trabaje en sexualidad o un sexólogo (un médico o un psicólogo) que realice una evaluación y descarte cualquier tipo de disfunción sexual que podría estar afectando al deseo. “Una vez cubierta esa opción, se trabaja en pareja y se llega a acuerdos para estimular el deseo mutuamente, y así llegar a la satisfacción”, agrega.

Esta disparidad en el deseo es un verdadero desafío. “Las personas somos diferentes en todos los aspectos y eso incluye la sexualidad. La mayoría de las veces, lo que se llama ‘frecuencia’ del encuentro va a variar, principalmente porque cambia a lo largo del tiempo. Idealmente, la comunicación es primordial para que cada uno comparta sus necesidades y se puedan encontrar en un punto medio, como una forma de satisfacer necesidades de distintas maneras”, explica, por su parte, Alessandra.

Desestigmatizar el deseo a través de la comunicación

Uno de los pilares fundamentales para sostener buenas prácticas sexuales de pareja es, sin dudas, la comunicación. Para David, el hecho de vivir en un contexto, en una sociedad, en la cual hablar abiertamente de sexo, de sexualidad, es todavía considerado tabú afecta a la comunicación. “Es necesario encontrar ese espacio donde expresar los deseos. Para ello es importante conocer e indagar sobre los deseos sexuales de mi pareja. Hay personas que se encuentran cómodas con lo convencional, y otras a las que les gusta innovar, por lo cual el diálogo es clave”, aconseja.

En este sentido, Alessandra menciona que el solo hecho de hablar de las fantasías de cada uno ya produce un efecto erótico en la pareja: “Compartir nuestros anhelos más profundos nos lleva a la negociación para llevarlos a cabo. Siempre con consentimiento, todo es posible en la pareja”.

“Compartir nuestros anhelos más profundos nos lleva a la negociación para llevarlos a cabo. Siempre con consentimiento, todo es posible en la pareja”.

Alessandra Rojas, psicóloga con especialización en Sexualidad, Terapia de Pareja y Consejería Sexual.

Pero, ¿qué pasa cuando, efectivamente, coexisten libidos que no son compatibles? Alessandra cuenta que esta situación es posible y se da por varios motivos: “La mayoría de las veces es por la falta de comunicación, cuando no escucho realmente lo que mi pareja quiere o no comunico mis deseos. Sucede también por disfunciones sexuales, problemas externos —como enfermedades o trastornos psicológicos—, incluso por días u horarios. Se trabaja con terapia para buscar equilibrar ese aspecto entre ambos. Pero también podría ser un motivo de término de la relación”.

Por otra parte, David explica que la incompatibilidad en una pareja es algo muy frecuente y que el trabajo en conjunto con un profesional de la sexología o terapeuta de parejas puede ayudar a trabajar la falta de sincronización.

Para Alessandra, una pareja que busca estimular sus deseos lo puede hacer al cultivar la conexión emocional: tener citas, cenas románticas, escapadas de fin de semana, buscar y crear momentos de calidad en la relación, lejos de distractores como celulares o redes sociales: “Si no tenemos ideas, los juegos eróticos, en este caso, son increíbles”.

No hay que caer en una nota negativa sobre la diferencia de libido que experimentan algunas parejas; al contrario, según ambos profesionales hay que ver esto como una oportunidad para conocerse y comunicarse a un nivel más profundo e íntimo. “La exploración y el autoconocimiento son esenciales para la individualidad y para la relación también. Al saber qué me gusta, puedo comunicarlo, no dejar a la deriva la exploración, y así no enfrentamos situaciones que nos alejen de la satisfacción”, agrega Alessandra.

Sobre el punto, David comenta que muchas veces esta diferencia hace que ambos traten de entender la fluctuación de sus deseos sexuales, y es una oportunidad propicia para comunicar los factores que quizás afectan el deseo. “Eso cuesta, porque generalmente se opta por ignorar el problema y no se habla al respecto, pero si se llega a la comunicación, puede ser muy productivo”.

Ninguna causa está perdida mientras persista el amor. Si tenés dudas sobre este u otros temas relacionados con la vida en pareja, existen profesionales como David y Alessandra, preparados para ayudarte a vos y a los que amás. Podés contactar con David Samaniego al (0971) 822-670 o Alessandra Rojas al (0974) 900-284.

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