Nota de tapa

Eeeks

El regreso

Luego de cinco años de ausencia, Eeeks retorna al escenario con un ambicioso espectáculo multidisciplinario en el teatro Nhi-Mu y también con una presentación en el festival Asunciónico. Entre ensayos y otros preparativos, los integrantes nos contaron sobre los momentos más relevantes de esta banda, la cual dejó su impronta en la escena musical asuncena.

Por Juan Daniel Ramírez (@TranviaFantasma). Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Asistente de producción: Laura Ruiz Díaz. Fotografía: Javier Valdez.

Corría el año 2017. Ante la falta de locales donde tocar, los miembros de Eeeks organizaron un evento autogestionado en el que mezclaron música en vivo con fiesta bailable. “Era mi turno de quedar en la puerta para cobrar entradas y en un momento tuve que pedir ayuda porque la gente no paraba de llegar”, recordó Aharon Emery (guitarra y voz). “Salí a la vereda y vi que la fila doblaba la esquina. Me asusté porque esperábamos 70 personas, máximo”, recordó. La cifra quedó corta: esa noche hubo alrededor de 300 fans que necesitaban escuchar en vivo la música refrescante de una banda que desde sus inicios se destacó con una propuesta prácticamente inédita en el ambiente local.

La primera presentación del grupo fue a fines de 2012, con el nombre de Los Rukis. En un extinto bar del centro, alrededor de 20 personas presenciaron el debut del trío conformado por Emery, Ana Díaz Sacco (batería) y Rogelio Sanabria (teclados). Ellos compartían círculos de amigos y fueron compañeros en un conservatorio privado. “Aharon ya era un músico propiamente dicho en aquella época. Ana y yo queríamos profundizar nuestros conocimientos sobre tocar”, contó Sanabria. Aunque el público etiquetó a Los Rukis como surf rock, las influencias que tenían iban más allá, pues abarcaban bandas de los 60, 70 y hasta música contemporánea como Mr. Bungle. 

Roge (teclado) y Joaquín (bajo). Fotografía: Javier Valdez.

De novatos a Eeeks

Luego de un par de conciertos, Joaquín Abente se sumó con las notas graves del bajo. “Como público, llegué a escuchar a Los Rukis en lugares muy dispares. Abrieron para Ripe Banana Skins y tocaron con Rollinga Ross. Cuando llegué, hicimos conciertos hardcore y con Luisonz. No encajábamos en ningún sitio. No era que no queríamos juntarnos con nadie, pasa que no encontrábamos puntos en común como los que teníamos entre nosotros”, recordó Abente.

La última pieza en sumarse fue Luca Milessi, quien en ese entonces formaba parte de la banda rockera Steinkrug. “Era genial experimentar con un género nuevo para mí. Fue muy loco tocar en clean por primera vez después de años con la distorsión”, contó Milessi, quien también tenía un background metalero, al igual que Abente y Emery. “Conecté en un principio con Luca y Joaquín, con música que no era necesariamente metal. Todo el mundo estaba con ese estilo o con el rock; nosotros escuchábamos cosas raras. Eso nos unió”, explicó Emery. 

Luego de un año y medio consolidándose, la banda de cinco miembros decidió cambiarse el nombre a Eeeks. “Fue idea de Ana. Ella leía muchos cómics de Robert Crumb en esa época. Cuando aparecía un ratoncito o algo así, los personajes decían ‘eeks!’, que es como una mezcla de miedo y asco. Le agregamos una tercera ‘e’ y ahí fueron cinco letras. Quedó perfecto, porque somos cinco”, agregó Emery, quien afirma que la diferencia de edad entre los miembros genera un dinamismo que surge orgánicamente: Milessi tiene 26, Abente 28, Emery 32, Díaz 34 y Sanabria 36. “De repente olvido que soy el más chico, creo que todos somos jóvenes de espíritu, por llamarle así. A nivel personal, a veces me siento más viejo de lo que soy”, contó Milessi entre risas.

Luca Milessi. Fotografía: Javier Valdez.

En ascenso

Concierto tras concierto, los Eeeks ganaban público nuevo y atraían a personas que normalmente no asistían a toques de bandas locales. Aquello no fue accidental, ya que el grupo apuntaba a llegar a todo tipo de perfiles y no cerrarse con dogmas de ningún tipo. Además, a diferencia de las primeras canciones de Los Rukis, las nuevas composiciones de Eeeks se enriquecieron al sumar la voz de Ana Díaz, como la principal en algunos temas y backing en otros. El resto de los integrantes también aportaron vocalizaciones adicionales, y de ese modo lograron que las presentaciones potencien el efecto hipnótico.

En el 2014 fueron teloneros de Él Mató a un Policía Motorizado, durante la tercera visita de la banda platense al país. Luego, para lograr mayor expansión, en 2015 hicieron dos giras por Argentina, en escenarios de Capital Federal y La Plata, donde forjaron vínculos con varios grupos de esa rica escena indie.

A lo largo de 2016, Eeeks continúo dando shows en distintos locales de Asunción. En una de esas noches, ocurrió algo que marcaría la historia de la agrupación para siempre: fueron descubiertos por un productor de EE. UU. En esa ocasión, los músicos no estaban con los mejores ánimos. “Teníamos que tocar a las 00.00 y terminamos subiendo a las 5.00 de la mañana. Se nos acercó un tipo a decirnos que nos vio y le gustó la banda. Los estadounidenses y europeos suelen tener la noción de que al venir acá, deben hablar con todo el mundo. Yo lo tomé por ese lado, pero después me di cuenta de que sabía del tema. Le gustaban las mismas cosas que a nosotros”, recordó Abente. 

Emery recuerda que ese nuevo fan se ofreció como productor, pero no fue tomado muy en serio, ni siquiera intercambiaron números. Un mes después, les escribió nuevamente en las redes sociales para fijar una reunión. La banda aceptó y así finalmente charlaron con él, quien les contó su historia: se llamaba Austin Owen y era un músico de Phoenix, Arizona. Vino a Paraguay como voluntario del Cuerpo de Paz, por eso se pasaba la mayor parte del tiempo en el interior del país. “Le hablamos de bandas que nos gustaban y él nos decía: ‘Sí, esos son mis amigos’. Notamos que él nos entendía”, contó Emery.

Ana Díaz Sacco en la batería. Fotografía: Javier Valdez.

¿Es una banda paraguaya?

La idea de Owen era grabar a Eeeks y enviar el álbum a sellos independientes de EE. UU. “Mandó traer su tarjeta de sonido y micrófonos, juntamos con lo que teníamos nosotros y lo armamos en la sala de Roge. Ahí hicimos el primer disco con Austin. Era bien casero y con todas las limitaciones”, relató Emery. 

Luego de casi un año de jornadas de grabación, el álbum Pet City fue lanzado a principios de 2017 y se convirtió en un clásico instantáneo, con canciones como Il Novo 60’s y Ringo’s Teenage Dreams. La primera entró en alta rotación en los playlists asuncenos gracias a su videoclip, dirigido por Juanma López Moreira y guionado por los miembros de la banda. En él se destacaba el característico sentido del humor de Eeeks.

Aharon Emery. Fotografía: Javier Valdez.

Si uno revisa los comentarios en YouTube, se puede leer a mucha gente que se sorprende al descubrir que el grupo es nacional. “¿A quién no le dio un tremendo pirî cuando se enteró de que es una banda paraguaya?”, expresó el usuario @flacofachero91612 en la sección de comentarios de la plaforma de video.
Eeeks invade EE. UU.

Luego de cumplir su misión en Paraguay, el productor Austin Owen volvió a EE. UU. y desde ahí propuso ayudar a Eeeks a organizar una gira por la Costa Oeste. De esa forma, en 2017 el grupo se transformó en una de las pocas bandas paraguayas en lograr actuar en varios escenarios estadounidenses, por Arizona y California. “La sensación de descubrir y vivir una aventura nueva todos los días me gustó muchísimo”, compartió Rogelio Sanabria sobre aquel tour. Abente agregó que le entusiasmó manejar por lugares que nunca creyó que conocería; geografías que solo había visto a través de las películas.

En aquel viaje, Eeeks grabó Oracle, su segundo álbum, aprovechando que Austin Owen contaba con un estudio con equipos analógicos. “Siempre me gustó la tecnología de antes, mi abuelo tenía un montón de cosas viejas en su taller”, contó Emery. “Hay una presión distinta al grabar así, es otro mindset. No lo hicimos para revivir una época, sino para lograr otro ruido, que no tiene lo digital”, explicó. Sanabria agregó que con la cinta “no hay innumerables pistas para jugar y eso simplifica la producción y la grabación, lo que da pie a encarar de otra forma. Tenés menos posibilidades, y eso es algo positivo”.

Rogelio Sanabria. Fotografía: Javier Valdez.

Al año siguiente, Eeeks volvió a EE. UU. para una gira que llegó tanto a sitios nuevos como a escenarios donde ya habían actuado. “Fue increíble que al tocar en los mismos lugares, la gente nos conociera y fuera a vernos otra vez”, contó Sanabria.

“La segunda gira fue más larga. No pudimos llegar al primer concierto porque tuvimos que cambiar una rueda. Después, nos agarró una tormenta en medio del desierto. Pasaron muchas cosas y fueron varias fechas”, relató Emery. El tour abarcó sitios como Texas, Missouri, Chicago (donde actuaron en el Ruido Fest), Salt Lake City, San Francisco y Los Ángeles.

“Mi parte favorita de las giras en Estados Unidos definitivamente fue grabar en el rancho Linda Vista de Oracle, Arizona, lugar hermoso y místico en el medio del desierto que solía ser una comuna de hippies en los 60”, compartió Milessi. En aquel lugar, también registraron las canciones que forman parte de 20/20, el último EP de la banda, lanzado luego del anuncio de la separación, en 2020.

Joaquín Abente. Fotografía: Javier Valdez.

Pausa y separación

La pausa del grupo se originó con la mudanza de Ana Díaz a EE. UU., a finales de 2018. Pasaron dos años y los integrantes de la banda se dieron cuenta de que ya no tenían interés en continuar con el proyecto, según relató Emery. Entonces decidieron comunicar el final de la agrupación y compartieron las últimas canciones que habían grabado en Arizona. “Pero la gente aún me preguntaba cuándo íbamos a volver”, contó.

En 2022, los miembros ya estaban distanciados, pero seguían todos en el grupo de Whatsapp, que utilizaban de vez en cuando para felicitar por los cumpleaños. En ese chat, Abente comentó que un festival quería contratar a Eeeks. Por ello, organizaron una reunión de Zoom donde se encontraron luego de cuatro años. Al instante, volvió la química de la banda y decidieron que volverían a tocar juntos, sin importar si era en vivo o no. Poco después, también recibieron una propuesta de la productora MuchoFlow, la cual hizo posible el tan anhelado regreso de la agrupación.

Ana Díaz Sacco. Fotografía: Javier Valdez.

El regreso

“La performance va a ser multidisciplinaria, con actores y happenings alrededor nuestro. Será superentretenida para todos. Estoy emocionada de ver cómo se siente hacer eso, de que la gente vaya a vernos y se sorprenda”, contó Ana Díaz antes del primer show de la banda en mucho tiempo.

La banda resucitó esta semana con los shows titulados El Regreso, espectáculos creados en alianza con Nhi-Mu, cuyas instalaciones estuvieron llenas de fans durante las funciones llevadas a cabo el 10 y el 11 de marzo. La dirección estuvo a cargo Fátima Fernandez y Selva Fox, mientras que la idea original y el guion fueron elaborados por Eeeks.

Emery comentó que en 2021 aprendió mucho sobre dramaturgia, al colaborar con una obra de teatro llamada Tu panza respira, dirigida por David Amado. “Fue un turning point porque conocí un grupo de gente que hace teatro con una estética muy parecida a Eeeks”, contó. Esa experiencia, sumada a lo vivido por Díaz en EE. UU., dio como resultado la obra/concierto que crearon con el staff de Nhi-Mu, algo pocas veces visto en la escena nacional.

La envergadura del show trajo consigo nuevos desafíos para la banda. “La parte más desafiante fue ensayar sola por meses sin practicar los temas con nadie, ¡reaburrido! Se siente muy bien tocar entre todos y estar juntos en la misma pieza”, confesó la baterista, vocalista y guitarrista. Para Milessi, la mayor dificultad fue acomodar sus horarios para poder ensayar y trabajar con personas fuera de la banda. Abente agregó que “la gente de Nhi-Mu es muy talentosa, dedicada y auténtica. Llevar a cabo tanto nuestras ideas como las del elenco y los directores fue increíble y desafiante”.

Luca Milessi. Fotografía: Javier Valdez.

Un nuevo comienzo

Emery nos contó que Eeeks es un proyecto colectivo y creativo que seguirá activo, independientemente de la ubicación geográfica de sus integrantes. Adelantó que tienen planeado grabar nuevas canciones y también incursionar en expresiones que van más allá de la música, algo no esperado de una banda.

Hoy en día, existe una nueva generación de músicos locales que está inspirada en la propuesta creativa de Eeeks, que demostró que hay que tener la valentía de explorar nuevos horizontes.

Para enterarte de novedades sobre el grupo, podés seguirlo en sus perfiles de Instagram (@eeekstagram) y Tiktok (eeekstok).

Recomendados

Sin Comentarios

    Dejar un comentario