Nota de tapa

Emprender en Paraguay

Ante la crisis generada por la pandemia de covid-19, la natural inclinación y facilidad de compatriotas por emprender se convirtió en la salvación de cientos de miles de familias. En esta nota elaboramos una suerte de guía en la materia a partir de los consejos y las experiencias de dos grandes referentes: Bruno Defelippe, director de Asepy, y Fabiana Mersan, mentora de profesionales independientes y especialista en personal branding.

Por Patricia Luján Arévalos / Retratos: Javier Valdez.

“El primer paso para emprender es bajar la idea a un modelo de negocios: entender de qué manera funciona como tal, cuáles son los elementos a considerar, definir el cliente ideal, cuál será la propuesta de valor, cuáles van a ser los canales de promoción, además del modelo de ingreso y de costos, para tratar de concebir primero si es viable, por lo menos de forma hipotética”, explica Fabiana Mersan, mentora de profesionales independientes, especializada en marca personal, mejor conocida como Fabi por sus clientes y seguidores.

Si la idea es hipotéticamente viable, Fabi explica que el siguiente paso es salir al mercado con un producto mínimo viable; es decir, con lo indispensable que necesitarías para operar esta idea: “Necesitás validarla. ¿Y cómo lo hacés? Desde el momento en que tenés ese primer cliente, se dice que ya existe un negocio. Entonces, validás tu idea al conseguir una persona que pague por el servicio. Ahí podríamos decir que ya tenés una idea de negocio en marcha”.

“No existe un emprendedor sin que existan ventas”, asegura Bruno Defelippe, presidente de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), y agrega: “No se debe perder el foco en lo obvio, lo básico; y construir desde ahí los cimientos para una gran empresa. Por esto nunca está de más recordar que todo buen emprendimiento empieza con un emprendedor apasionado por ofrecer un producto o servicio de calidad a un público objetivo que lo demanda”. Además de ocupar la presidencia en Asepy, Bruno es director ejecutivo de la UCOM (Universidad Comunera) y cofundador de Koga, la primera empresa B certificada de Paraguay. Forma parte de Sistema B Paraguay y Loffice.

Su experiencia le indica que la mejor manera de llevar una idea a la acción tiene que ver con el prototipado ágil y sin mucho costo. “Esto nos permite medir nuestra capacidad y también al mercado antes de hacer grandes inversiones en una dirección. Hoy en día, con el acceso a las redes sociales esto se hace mucho más factible”, explica. Por ejemplo, si uno quiere desarrollar un restaurante, ya no es imprescindible alquilar un local, ponerlo a punto y empezar a cocinar para ver si a la gente le gusta.

Bruno menciona que se puede empezar a promocionar un producto por redes sociales para ver si el mercado lo acepta y lo demanda, un modelo que ya miles de personas implementaron. “Una vez que se haya logrado lanzar el prototipo, es más fácil hacer ajustes y mejorar el servicio para que siga creciendo. Lo bueno de esta forma de trabajo es que permite iniciar pequeño y crecer sobre bases sólidas”, dice.

Capital inicial

El presidente de Asepy comenta que, muchas veces, uno está tan entusiasmado con su idea que se olvida de hacer los cálculos financieros más básicos. “El día a día de cualquier emprendedor debe ser su flujo de caja y presupuesto. Estas dos herramientas son los pilares básicos de cualquier empresa y es clave empezar incluso con un flujo de caja personal, que permita entender cuánto es lo que la persona misma necesita para vivir”, cuenta. Esto nos lleva a otro tema no menor: no mezclar los gastos personales con los del emprendimiento. “Se deben manejar por separado para tener una visión clara de la salud financiera del negocio y personal por separado”.

Aunque nos gustaría una respuesta simple y directa, no es posible hablar de un capital base promedio para empresas emergentes. “Si uno cuenta con poco dinero, es importante reconocerlo para no intentar entrar a un negocio intensivo. Siempre que se pueda ‒sobre todo al inicio‒, hay que reducir la inversión en activo fijo al mínimo para tener un buen monto para capital de trabajo. Es un equilibrio que se debe encontrar”, dice Defelippe y menciona que la inversión depende del rubro elegido: “Por ejemplo, para producir y vender artículos de limpieza, no es importante ser dueño del local, pero sí contar con capital para comprar la materia prima necesaria y generar producto disponible para la venta”.

De manera similar, Fabi Mersan refuerza esta idea para todo tipo de emprendimientos: “En el espacio que me toca, que son los profesionales independientes ‒como odontólogos, psicólogos, diseñadores y consultores‒, realmente se puede iniciar con un capital muy bajo porque es la propia persona quien ofrece el servicio, entonces el mayor capital es su tiempo. Se puede empezar simplemente con alianzas para darse a conocer y obtener los primeros clientes, quienes traen consigo un flujo de dinero para empezar a hacer inversiones en marketing”.

Cuando se habla de inversión, es inevitable preguntarse sobre el éxito de su idea. A criterio de Bruno Defelippe, se necesita determinación y compromiso para sacar a flote un proyecto. “Ninguna empresa exitosa se construyó en una noche […]. Una de las características más interesantes es la adaptabilidad de los fundadores. Si el camino elegido originalmente no está funcionando, uno debe pivotear la idea hasta encontrar un calce. Esta capacidad es clave, no se trata solo de esfuerzo y trabajo, también es importante leer el mercado y saber acomodarse en él”, asegura.

Fabi Mersan agrega tres puntos que pueden sostener el triunfo: el recurso humano debe estar empapado y comprometido con la misión, la visión y los valores de la empresa; segundo, los procesos y sistemas claros de trabajo permiten una gestión efectiva y eficiente del equipo; finalmente, que la empresa se humanice ante el público, que tenga alma.

“Ahí es donde entra en juego definir la marca personal del líder de la empresa porque la traspasa y se implanta el sello humano. Es lo que se transmite en las redes sociales de forma externa; mientras más sensible sea, mayor empatía producirá en el prospecto y, por lo tanto, mejor tracción en ventas”, explica Mersan, quien se especializa en marca personal, concepto que consiste en ayudar a una persona a verse a sí misma como producto, a comprender su identidad en ese contexto.

La marca personal o personal branding sirve distintas funciones para los emprendedores: “Te definís en cuanto a tus talentos y conocimientos, y así determinás tus propósitos. A partir de eso entendés qué tipo de servicios podrías dar y a qué personas te gustaría alcanzar”.

Emprender en pandemia

Bruno Defelippe asegura que la situación laboral paraguaya durante la pandemia por covid-19 sería aún peor si no existiera la gran capacidad emprendedora de nuestro país: “Más de 150.000 de los que perdieron sus empleos, hoy están emprendiendo. Este fue el paracaídas que permitió a miles de familias afrontar el duro golpe que significó la cuarentena”.

Considera que es momento de que el Estado paraguayo implemente una política agresiva, que brinde los fondos y recursos humanos necesarios para garantizar los siguientes temas:

  1. Formalización disruptiva. Trámites simples y en línea para que sea más fácil ser formal.
  2. Financiación innovadora. Capital semilla para nuevos emprendimientos sin historial.
  3. Asistencia técnica de calidad que permita acompañar los primeros 12 meses de los emprendimientos.

En este momento, el Viceministerio de Mipymes cuenta con una serie de herramientas para apoyar emprendedores. Bruno sugiere acercarse allí para recibir la información específica y los beneficios de la formalización y la asistencia técnica. La institución también ofrece acompañamiento para trámites en otras dependencias del Estado, como el INAN (para los registros sanitarios). “Además, hoy tanto el MIC, como Mitic y la ENI tienen concursos a través de los cuales uno puede acceder a capital semilla”, puntualiza.

Bruno Defelippe, presidente de Asepy. Retrato: Javier Valdez.

Asepy

La Asociación de Emprendedores del Paraguay es, sin duda, uno de los recursos más interesantes para quienes estén buscando iniciar un negocio propio. Pertenece a la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela) y su misión es promover y defender la empresa formal como motor de desarrollo de nuestro país y la región, para que sea más fácil desarrollar un proyecto en Paraguay.

“Para lograr eso buscamos conquistar, inspirar y motivar con nuestra causa a todos los actores de la economía, incluso a aquellos que no están de acuerdo. Nuestra visión es hacer de Paraguay el mejor lugar para emprender, en el que todos, independientemente de su origen y realidad actual, tengan iguales oportunidades para comenzar un negocio o empresa”, explica Bruno Defelippe, quien preside esta nucleación que ya tiene 5.000 asociados a la fecha de hoy.

La asociación nació en noviembre de 2017 con 65 emprendedores y desde entonces ha capacitado a personas de 17 departamentos. “Lo más notable es que estamos presentes en 176 de los 270 distritos del país; logramos un alcance nacional y la representación de todo tipo de emprendedores”, comenta Bruno. A través de la gestión de esta institución se canalizaron más de G. 3.000 millones de financiación a mipymes; lograron la sanción de la Ley de Empresas de Acciones Simplificadas (EAS), que permitirá registrar firmas de manera digital, gratuitamente y en 72 horas; y apoyan la Ley de Factoraje, que facilitará las condiciones de pago para el sector.

Con la intención de hacer más accesible el desafío de emprender, han incorporado servicios y asesorías gratuitas para sus asociados, en temas que van desde el registro de marca hasta la inscripción en IPS. “Durante la pandemia ayudamos a más de 70 emprendimientos a preparar sus solicitudes para acceder a créditos Fogapy y de esta manera logramos que consigan más de G. 3.000 millones en préstamos. Hoy también colaboramos con quienes están en dificultades y requieren renovar o reestructurar sus deudas o, en el peor de los casos, buscan la convocatoria de acreedores”, explica el titular de Asepy. Asimismo, ofrecen espacios y canales de comercialización a través de ferias. Este 2021 prometen llevar a cabo las primeras rondas de negocios entre socios de todo el país.

El único requisito para ser socio activo de Asepy es contar con RUC, ya que esto comprueba que uno trabaja formalmente. Si no se cuenta con el registro de contribuyente, ofrecen la figura de socio adherente, pensada para quienes inician recién y tienen la intención de formalizarse.

“Hay casos muy positivos de beneficios especiales para emprendedores, como por ejemplo, 50% de descuento en envíos internacionales por DHL; esto ya fue de gran ayuda para Volviendo al Origen, que exporta artesanía indígena al mundo, y para Cordillera, que exporta mochilas premium de cuero a Polonia y otros destinos”, explica Defelippe.

Fabiana Mersan, mentora de profesionales independientes y experta en marca personal. Retrato: Javier Valdez.

Negocios con enfoque de género

Fabiana Fabi Mersan se dedica a potenciar mujeres emprendedoras, a ayudarlas a plasmar su marca personal en sus negocios para que puedan despegar y convertirse en empresarias. Hoy por hoy, sus asesorías están contenidas en programas intensivos online de 16 semanas, en la Academia Grandes Ligas, que fundó y dirige.

Durante este tiempo, las personas adquieren las habilidades necesarias para definir su marca personal, pulir su modelo de negocios y entrar con más fuerza al mercado, para sobresalir y posicionarse. Es un programa que se hace al ritmo personal de cada participante, pero cuenta con el seguimiento semanal de la propia Fabi y las coaches de su academia. “Lo que enseño y mi academia son unisex, pero sí se enfoca en mujeres y les hablo a ellas, porque me contecto mejor, las entiendo, me identifico con sus historias y sus deseos de sentirse útiles y plenas en su rol profesional, que de repente está un poco descuidado en el mundo femenino. Personalmente, siento el impulso de crear un movimiento de mujeres conscientes y empoderadas que se animen a sacar sus talentos al mundo para generar un impacto positivo también en sus demás roles”, explica.

La coyuntura actual es propicia para potenciar la participación femenina. “En los últimos años, en Paraguay se empezó a dar un fuerte movimiento emprendedor en general, se le da mayor cabida e importancia, además de atención de los diferentes gremios. A nivel global hay mucho más espacio para las mujeres emprendedoras, se crearon acciones para potenciarlas. Se busca la igualdad de oportunidades. Siempre me gusta hablar de igualdad de oportunidades y no de género, porque cada género trae a la mesa algo diferente”, acota.

Formal y legal

Hoy está claro que lo más conveniente para cualquier emprendedor es trabajar formalmente. Bruno Defelippe subraya la necesidad de iniciar el emprendimiento desde la formalidad, como contar con RUC para emitir facturas. En ese tenor, es conveniente tener una cuenta bancaria dedicada exclusivamente al emprendimiento; de esta manera, todo lo que entra y sale pasa por allí, lo que facilita un control estricto y ordenado de los ingresos y egresos.

“Si uno emprende solo, no es necesario crear una SA o SRL desde el primer instante, ¡pero se debe apuntar a esto! Una de las nuevas ventajas para crear una empresa formal es la figura de las Empresas por Acciones Simplificadas, que se pueden abrir en 72 horas por medio de un proceso totalmente digital”, explica.

Planificación estratégica

Fabi Mersan utiliza su cuenta oficial de Instagram para ayudar a emprendedores de todo el país, quienes recurren a su feed en busca de consejos e inspiración. Entre los constructos más frecuentemente mencionados se encuentra el de planificación estratégica. En simples palabras, el establecimiento de objetivos concretos y los caminos que ayudan a llegar a ellos.

“Consiste en planificar tu año a partir de objetivos claros, con estrategias acordes para lograrlos”, dice la asesora y agrega que esta planificación es fundamental para todo emprendedor: “Yo recomiendo hacer una planificación anual, pero luego realizar otra a corto plazo, es decir, tres a seis meses, para evaluar qué fue bien o mal. ¿Por qué? Porque hoy tenemos demasiados cambios a nivel tecnológico, en redes sociales y el entorno, entonces se hace muy difícil proyectar acciones concretas para el resto del año cuando sabemos que hay factores que no controlamos”.

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