Lo mejor del 2023
Continuamos en una era de sobreproducción de contenido televisivo, en la que resulta difícil sobresalir del montón. Pero cantidad no es sinónimo de calidad, algo que algunas cadenas y servicios de streaming deberían aprender. Hoy te dejamos un recuento con lo mejor del año, por si se te haya perdido entre tantas propuestas.
Por Javier Ferreira
De acuerdo con FX Research (de la cadena televisiva FX), en 2022 se transmitieron alrededor de 599 series guionadas, esto sin contar las de habla no-inglesa o para niños. La cifra para el 2023 probablemente sea muy parecida, y no veremos una disminución en estos números sino hasta el próximo año, cuando se sientan los efectos del paro de los gremios de guionistas y actores que se extendió de mayo a noviembre de 2023 e, indudablemente, resultará en menos producciones, mientras la industria se ajusta a las nuevas normativas.
De entre tanta oferta, las siguientes son solo algunas de mis series favoritas de este año. Lastimosamente otras excelentes propuestas, como la segunda temporada del drama de época The Gilded Age, de HBO, o la tragicómica Beef, de Netflix, no llegaron a la lista por falta de espacio, mientras que otras, como la tercera temporada de Ted Lasso (AppleTV+) y casi todo lo producido por Marvel y Disney+, cayeron de su pedestal tan estrepitosamente que es mejor no hablar de ellas.
The Last of Us (HBO Max)
La adaptación del aclamado videojuego de Sony era una de las series más esperadas del año, a pesar de los malos resultados que este tipo de apuestas suelen arrojar. Pero el proyecto fue perfectamente ejecutado por Craig Mazin, conocido por la genial Chernobyl (también de HBO), y Neil Druckmann, uno de los creadores del videojuego.
La historia, sobre una realidad alternativa en que la humanidad fue diezmada por una infección fúngica que convierte a las personas en una especie de muertos vivientes, sobrepasó los tropos del género gracias a su espectacular elenco, liderado por Pedro Pascal (Narcos) y Bella Ramsey (Game of Thrones) como Joel y Ellie, respectivamente.
Joel, quien vivió en carne propia el brote de la infección 20 años atrás, debe acompañar a regañadientes a la joven Ellie de una punta a otra de los Estados Unidos, ya que esta podría ser, tal vez, una pieza clave para detener a la enfermedad.
La relación casi de padre e hija que se va formando entre sus protagonistas es el foco de la serie, aunque, así como en el videojuego, Druckmann y Mazin utilizan un arsenal de personajes secundarios para resaltar lo especial de esta relación y asentar lo desesperante de la situación de un mundo en el que absolutamente nadie está a salvo.
The Other Two (Max)
Carey (Drew Tarver) y Brooke (Heléne Yorke) son los hermanos mayores, y menos exitosos, de Chase (Case Walker), quien salta al estrellato de la noche a la mañana al estilo Justin Bieber. Más adelante incluso su madre, interpretada por una perfecta Molly Shannon (Saturday Night Live), se vuelve famosa mientras Carey y Brooke ya no saben qué hacer para que un poco de esa fama se pegue a ellos. La serie sigue a ambos mientras navegan una industria en la que el talento y esfuerzo son raramente remunerados, aunque en el caso de ambos tampoco ayuda el hecho de que son terribles personas que no dudan un segundo en usar a familiares y amigos con tal de volverse famosos.
La serie es la mejor sátira de la industria de Hollywood de los últimos años, y su tercera y última temporada fue prácticamente perfecta, con un humor hilarante pero certero a la hora de homenajear y criticar a todos los jugadores de la industria: actores que venden su apoyo a causas sociales al mejor postor o comprometen sus ideales con tal de mantener su lugar en el statu quo; estudios que producen cintas con cuestionable contenido social, y espectadores que echan más leña al fuego para hacer imposible la vida de cualquier persona que esté bajo los reflectores.
The Other Two puede volverse por momentos muy ridícula, pero las veces que la serie se logra adelantar a acontecimientos del mundo del espectáculo es una pauta de que nada es más extraño que el mundo real.
Scott Pilgrim Takes Off (Netflix)
Scott Pilgrim (Michael Cera) es un perdedor. A sus veintitantos años está “de novio” con una joven de tan solo 17 (aunque más bien la tiene a su lado como un adorno) y su banda, en la cual toca el bajo, es simplemente terrible. Pero todo cambia cuando Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), la chica de sus sueños, llega a su vida. El único problema es que, para estar con ella, no solo deberá terminar con su actual pareja, sino también derrotar a los siete exnovios malvados en combates exponencialmente ridículos.
Hasta aquí tenemos la premisa básica de esta serie animada, la cual comparte tanto con la novela gráfica original del autor canadiense Bryan Lee O’Malley (Seconds) como con la adaptación cinematográfica de la misma dirigida por el británico Edgar Wright (Shaun of the Dead, Hot Fuzz), estrenada en 2010. Pero la trama es distinta a las anteriores, pues presenta una versión más actualizada de la historia pero mantiene el mismo espíritu surrealista de lo que se siente tener veintitantos y no estar seguro respecto a qué hacer de tu vida.
La serie, además, reúne a todo el elenco original de la película de 2010, quienes en estos últimos años pasaron a hacerse de renombre en la industria del entretenimiento, como Brie Larson (ganadora del Oscar a Mejor Actriz), Chris Evans (Avengers), Kieran Culkin (Succesion), Jason Schwartzman (Asteroid City), Aubrey Plaza (The White Lotus), entre muchos otros.
O’Malley y el guionista BenDavid Grabinski convirtieron lo que podría haber sido un simple calco de la obra original en una interpretación expandida y mejorada de la historia y, hasta me animo a decir, la versión definitiva.
Silo (Apple TV+)
“No sabemos por qué estamos aquí. No sabemos quién construyó el silo. No sabemos por qué el mundo fuera del silo luce así. No sabemos cuándo será seguro salir. Solo sabemos que ese día no es hoy”, este es el discurso con el que comienza esta serie de ciencia ficción, basada en la saga de libros del autor norteamericano Hugh Howey, y que sus personajes repiten varias veces a lo largo de su primera temporada.
La serie sigue a una comunidad que vive en un silo de 144 niveles subterráneos, bajo estrictas reglas que incluso controlan quién puede o no tener hijos. Su único contacto con el mundo exterior es a través de pantallas que muestran un desolado paisaje, gris y carente de señales de vida, captado por una cámara situada en la superficie, a la entrada del silo.
Los habitantes hablan de una rebelión de hace más de 100 años, en la cual toda información sobre el pasado, el mundo exterior y la historia del silo (quién lo construyó y para qué) fue perdida. Pero algo no cuadra en este relato, y la serie sigue a distintos personajes que intentarán descubrir la verdad cueste lo que cueste.
Dar muchos detalles sería arruinar la historia, que sorprende con una respuesta y cinco nuevos misterios tras cada episodio. El mundo creado, que se siente real gracias a una muy cuidada producción, y el elenco, liderado por una potente Rebecca Ferguson, terminan de venderte la idea.
The Fall of the House of Usher (Netflix)
El cineasta Mike Flanagan (The Haunting of Hill House) se despidió de Netflix este año con una excelente reversión de cuentos clásicos de Edgar Allan Poe aglutinados en un trágico drama familiar sobre un multimillonario (Bruce Greenwood), quien debe ver a todos sus hijos morir, uno a uno, debido a los oscuros secretos que aseguraron fama y fortuna a su familia en un principio.
Como toda serie de Flanagan, mezcla magistralmente elementos de terror con una angustiosa historia dramática que hasta logra hacer sentir al espectador un poco de pena respecto al destino de esta familia de millonarios, a la que en ningún momento le importó llevarse a gente inocente por delante para seguir amasando su fortuna.
El elenco está repleto de actores que ya han participado de otras producciones de Flanagan, como Kate Siegel, Henry Thomas, Rahul Kohli, Samantha Sloyan y varios otros. Quien se queda con las flores es, nuevamente, la espectacular Carla Gugino, con su etérea y calmada presencia, encargada de llevar a cada uno de los miembros de la familia Usher al descanso eterno.
Jury Duty (Amazon Freevee)
Ronald Gladden es convocado para servir como jurado y, al mismo tiempo, participar de un documental sobre el proceso del sistema judicial de los Estados Unidos. Lo que no sabe es que está rodeado de actores y que prácticamente todo lo que sucede ha sido guionado para ver cómo reaccionaría una persona normal (él) en esta situación.
La serie, que oficialmente no está disponible en Paraguay (pero el que busca, encuentra), es una de las más grandes sorpresas del año. A lo largo de sus ocho episodios vemos como Ronald intenta mantener concentrado a un disparatado grupo de jurados en la que básicamente es una amalgama de géneros televisivos como comedia de situaciones, falso documental y reality show, además de, obviamente, un programa de cámara oculta.
Los otros miembros del jurado, policías, jueces, abogados y demás están interpretados por actores desconocidos, lo que mantiene a Gladden libre de sospechas. La única excepción es el actor James Marsden (X-Men, Enchanted), quien interpreta a una insoportable versión ficticia de sí mismo y se roba el show.
Este experimento podría haber salido muy mal, y hay momentos en los que las cosas toman un giro que casi pone en descubierto a la farsa, pero los productores dieron en el blanco con Gladden, quien resultó ser una muy buena persona y la definición perfecta de “tipazo”. Sin importar qué tan extrañas se pongan las cosas, como Marsden cuando tranca el baño de su habitación de hotel o cuando otro de los jurados viste una remera con connotaciones potencialmente racistas, Gladden hace gracia de su don de gente y busca siempre la solución más conciliadora posible.
Sin Comentarios