El proyecto de ley genera debate en distintos sectores
A fines de 2022, se presentó en la Cámara Baja un proyecto de ley que plantea cobrar un impuesto a las plataformas de streaming. La propuesta generó polémica tanto a nivel político como artístico. Para sumergirnos en el tema, conversamos con Mark Meyer (del sello Random Sounds), Legna Zeg (músico local), Carlos Pavón (abogado), el doctor Carlos González Ruffinelli (asesor legal de AIE) y Sebastián García (diputado).
Por Juan Daniel Ramírez (@TranviaFantasma).
Ángel Giménez (alias Legna Zeg/Danicide) lleva más de 20 años en la música como intérprete, compositor y productor a nivel nacional e internacional. Su banda más reciente es Noisecide, la cual combina metal industrial, goth y electrónica desde el 2019. Una mañana, que parecía ser como cualquier otra, recibió un mail que lucía fraudulento: el remitente era U-NXT, subsello que forma parte de la colosal Universal Music Group.
Al revisar el contenido, leyó que se trataba de una propuesta de compra de los derechos de su canción llamada Lifeless (Alt.), que ya contaba con más de un millón de reproducciones en Spotify. Legna aceptó firmar el contrato y ahora su creación puede formar parte de videojuegos, películas y comerciales de cualquier parte del mundo, algo que antes de internet era totalmente impensable para la música under hecha en Paraguay. “Con Spotify llegamos a muchísima gente, gracias a eso se consiguió el contrato con Universal”, nos contó. El algoritmo de la plataforma sueca dio destaque a Lifeless (Alt.) porque detectó que el tema fue agregado a más de 3000 playlists. De esa forma personas con distintos perfiles y gustos lo conoció. “Creo que al sello le interesó que logramos eso como banda independiente, nadie nos puso nada nunca”, enfatizó.
Hoy existen cientos de artistas paraguayos quienes, al igual que Legna, tienen la oportunidad de hacer llegar sus melodías a oyentes de distintas latitudes, que se encuentran a unos pocos clics de distancia. Además, el público nacional también utiliza las plataformas de distribución digital como parte de su vida cotidiana: alrededor de 125.000 personas (residentes en el país) poseen una suscripción paga de Spotify, una cifra bastante sorprendente si tenemos en cuenta que anteriormente había un gran consumo de piratería en Paraguay.
En este contexto de cambios de paradigma en cuanto al consumo y la producción creativa, se elaboró un proyecto de ley que apunta a que las plataformas digitales abonen el 10 % de todo lo recaudado a través de las suscripciones en el territorio nacional, con el fin de que ese monto sea distribuido entre los artistas locales, a modo de compensación. Como consecuencia, Spotify lanzó en diciembre un comunicado dirigido a Joel Talavera, director de la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi). «Una tarifa adicional del 10 % sería insostenible para nuestras operaciones en Paraguay y nos llevaría a considerar seriamente salir del mercado, en detrimento final de los artistas y fans», expresaba el documento, que agitó las aguas en el ambiente musical, además de poner en alerta a los usuarios de la app sueca.
El proyecto es una propuesta de la AIE (Entidad de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes), cuyo asesor legal, el doctor Carlos González Ruffinelli, nos explicó que “lastimosamente existe un error en la interpretación de ese 10 %. La propuesta estipula una negociación entre las sociedades de gestión, los titulares de derecho y las plataformas, para que de forma consensuada y favorable a las partes se llegue a un pacto en las tarifas; si en el plazo de un año no se arribara a ese acuerdo, se verá la manera efectiva de posibilitar el cobro de los porcentajes”. Ruffinelli destacó que los músicos paraguayos y de todo el mundo necesitan una remuneración justa de parte de las plataformas de streaming. Aclaró que la AIE “está dispuesta a dialogar con todos los sectores que presentaron objeciones, para lograr una ley que satisfaga a todas las partes y no perjudicar a nadie”.
“Yo no digo que la ley sea mala en su origen, sino que no se consideraron cuáles podrían ser las consecuencias”, nos contó Mark Meyer, fundador de Random Sounds, una distribuidora nacional de música y servicios digitales para artistas y sellos de todo el mundo. “De algún lado Spotify sacaría ese 10 % y eso significaría que el valor de las reproducciones de paraguayos baje, ahí lo que se genera en Paraguay va a disminuir en perjuicio de las distribuidoras y los sellos”, comentó. También resaltó que Spotify fue la única plataforma consultada, pero la ley también incluye al resto de los servicios digitales, como Netflix, Amazon Prime Video, Hulu, YouTube, etcétera. “Ni siquiera sabemos la magnitud a la que llegaría, porque puede tener consecuencias muy negativas”, dijo.
Debate en el Congreso
Meyer relató que el proyecto de ley fue socializado en el Congreso y ahí se evidenció que la propuesta no era conocida por las otras sociedades artísticas, como APA (Autores Paraguayos Asociados) y SGP (Sociedad de Gestión de Productores Fonográficas del Paraguay). “Los mismos artistas con los que conversé entendieron que realmente no estaba listo este proyecto de ley como para ser presentado. Definitivamente se necesitan modificaciones, si es que se pretende ir adelante con esto”, detalló.
La votación por la aprobación de la propuesta sigue postergada sin una fecha definida. “Estamos alertas, en cualquier momento puede meterse otra vez”, agregó Meyer, quien también vio el lado positivo: “Lo bueno es que gracias a esto se incentivó que nos agremiemos; hoy estamos creando una asociación de sellos y empresas de música independiente”.
“El remedio será peor que la enfermedad”
Para Carlos Pavón, abogado especializado en propiedad intelectual, el proyecto de ley es “redundante, confiscatorio y atentatorio a la Constitución Nacional”. Argumentó que “los proyectistas hablan de que mediante esa normativa se reconocería el derecho de puesta a disposición en favor de los artistas, intérpretes y ejecutantes, lo cual es falso, ya que el Paraguay ha aprobado y ratificado por ley n.º 1583/2000 el Tratado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)”. Por otro lado, Rufinelli, asesor legal de la AIE, expresó que “se hace necesaria una revisión relacionada con el streaming, que se está abordando en el Comité Permanente de la OMPI y ya se aplica en varios países de Europa y América Latina”.
En cuanto al carácter “confiscatorio”, Pavón sostuvo que utilizó ese término porque el proyecto prevé que las plataformas paguen un 10 % del monto bruto de lo abonado por los usuarios a los proveedores de contenidos: “Las plataformas operarían a pérdida. Claramente dicha situación no se dará, porque ninguna empresa quiere perder dinero. Creo que los mayores perjudicados en una coyuntura de retirada de las plataformas serán los artistas nacionales y el usuario”. Además, agregó que el proyecto atenta contra el derecho constitucional de libre asociación, ya que plantea que para recibir regalías, el artista, intérprete o ejecutante “indefectiblemente deberá afiliarse a una entidad de gestión colectiva. Esto implicará que el afiliado cobre alrededor de un 30 % menos, debido a las deducciones que realizan estas entidades de gestión colectiva en materia de gastos de gestión y administración, sin mencionar los descuentos en concepto de ayuda social, manejos discrecionales, entre otras situaciones poco felices”.
Por último, el abogado resaltó que la aprobación de esta ley aumentaría el consumo de contenidos pirata, lo que dará como consecuencia una gran disminución de los ingresos de regalías musicales y audiovisuales. “Entonces, lo que se planteó como un remedio, será peor que la enfermedad”, sentenció.
Muchas posturas contrarias
Al ser consultado, el diputado Sebastián García nos contó que “en este momento la ley tiene demasiadas posturas contrarias, por lo tanto, lo más probable es que sea rechazada”. Agregó que si se busca beneficiar a artistas locales, se debe trabajar en potenciar la carrera musical y el alcance de los músicos a partir de la tecnología, así como incentivar la profesionalización a partir del acceso a las oportunidades que ofrecen las plataformas de streaming.
Una app que será extrañada
Para Legna, Spotify es importante no solamente para dar a conocer su música, sino también para ampliar sus horizontes como oyente: “Uso la playlist Discover Weekly porque me encanta descubrir cosas nuevas, no soy una persona que se queda en el pasado, siempre miro para delante. Le voy a extrañar a Spotify si se va”.
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