Música

¿Obras de arte?

Los otros Motomami

“Chica, ¿qué dices?”, es la frase con la que arranca el primer single del nuevo álbum de Rosalía, una aparente declaración profética de cómo sus letras pavimentadas de códigos juveniles y un ritmo inclasificable encenderían la pólvora dentro de las redes sociales.

Mientras tratamos de interpretar los mensajes ocultos en las letras de Motomami, analizamos algunos discos y artistas solistas que también desencadenaron todo tipo de comentarios entre la crítica y el público por su inclinación hacia sonidos no tradicionales.

Jesus Loves You – The Martyr Mantras

¿Se imaginan al cantante de éxitos como Karma Chameleon y Do You Really Want to Hurt Me mezclando rap con flamenco? Hacia fines de los 80, el cantante de Culture Club, conocido mundialmente como Boy George, creó la banda Jesus Loves You y lanzó este rarísimo material que tuvo una recepción positiva entre el público y una nula receptividad por parte de los críticos, que no podían entender la mezcla de tantos estilos.

El álbum es una amalgama de sonidos que consiste en una mixtura de flamenco, acid house, balearic beat —música electrónica de sonidos hedonistas y toques playeros, también llamado Ibiza Music—, música india y soul.

En materia de líricas encontramos una infinidad de referencias al movimiento Hare Krishna y al amor. Lo curioso es que este fue un material adelantado para la época y precedió la fiebre del estilo eurodance durante la primera parte de los 90, que fue bastante popular gracias a bandas como Ace of Base.

Canción necesaria: Generations of Love, por la mezcla de rap, flamenco, música house y un curioso video lleno de referencias espirituales.

David Bowie – Outside

Parece un poco predecible poner a Bowie en este listado, ya que fue el rey en materia de experimentación. Pero este material, puntualmente, está un poco más allá de los límites sonoros a los que nos tenía acostumbrados el duque blanco.

Para la parte lírica de este disco, Bowie utilizó un programa llamado Verbasizer, que acuñaba palabras al azar y, de acuerdo con su lógica computacional, formaba extensas oraciones que terminaron siendo las letras de Outside. En el apartado compositivo, los músicos involucrados fueron armando en el estudio las canciones de manera espontánea sin tener un solo acorde compuesto previamente, lo que explica los sonidos y matices extraños que decoran los temas.

La crítica musical no entendió esta nueva metamorfosis de Bowie, y la calificó como una yuxtaposición de miles de cosas que no conducían a ningún lado solo para parecer moderno. Los fans fueron más condescendientes: la convirtieron en una de las obras favoritas del historial del artista inglés.

Canción necesaria: Heart Filthy Lessons, por llevar el rock a un nuevo crescendo experimental y artístico.

Aphex Twin – Come To Daddy

Richard D. James (bueno, si es que es real su nombre; hasta la fecha toda la información sobre este artista es un poco escueta o falsa), más conocido en el mundo como Aphex Twin, cambió las reglas del juego en los 90 gracias a sus constantes exploraciones a nivel musical dentro del terreno de la electrónica.

Para 1997 apareció este curioso EP bautizado como Come To Daddy, del que se desprendió una canción homónima que generó un gran shock dentro del mainstream gracias al oscuro videoclip realizado por el director Chris Cunningham. En palabras del músico, el single es un jingle de death metal mezclado con noise y elementos de electrónica que, hasta ese momento, era algo totalmente imposible de imaginar.

La crítica especializada pensó que era una ocurrencia que rozaba la sátira —como pasa actualmente con Motomami, de Rosalía—y el público lo convirtió en un éxito total, en parte apoyado por el controversial videoclip, que no paraba de emitirse en MTV.

Lo cierto es que no se puede negar la influencia de Aphex Twin en transgredir y ampliar los límites de la electrónica.

Canción necesaria: Come To Daddy y su material audiovisual, que sigue erizando la piel hasta la fecha.

Sophie – Oil of Every Pearl’s Un-Insides

La fallecida productora escocesa, conocida por sus trabajos para cantantes de la talla de Madonna y Charlie XCX, lanzó su primer y único material como solista en 2018.

Pero, ¿qué es lo que hay de experimental en esta propuesta? Muchísimos elementos, comenzandopor esa mezcla pop con tintes de bubblegum bass (una exageración del pop de los 2000 mezclado con sonidos sintetizados), pasando luego al hyperpop (subgénero de la música pop experimental) y a un sonido ambient en otros cortes del disco.

El material de Sophie se caracteriza por ser un manojo de sonidos que desorientan al oyente al no tener la cohesión de álbum pop al que estamos acostumbrados, pero es ahí donde radica su belleza y total vanguardismo, ya que Oil of Every Pearl’s Un- Insides suena a algo nunca antes hecho.

La crítica especializada alabó el material por su transgresión y lo calificó como una obra que en 20 años seguiría igual de fresca que al momento de su lanzamiento. Por otro lado, el público digital abrió el debate sobre si realmente era algo vanguardista o una mera toma de sonidos al azar con la intención de parecer innovador. Lo cierto es que no pasa indiferente y abrió el canal para llevar al gastado género del pop a un nuevo terreno.

Canción necesaria: Faceshopping, por ser el soundtrack perfecto para una cultura global atravesada por filtros de Instagram y hedonismo corporal.

Babymetal – Babymetal

¿Qué pensarías si te sugirieran mezclar música pop kawaii (como en anime) y death metal? Probablemente te parecería algo contradictorio desde el vamos, pero lo cierto es que es factible y el disco homónimo de Babymetal confirma nuestra teoría.

Esta banda, procedente de Japón, alcanzó el éxito comercial gracias a su particular sonido, que captó la atención de los críticos por su riesgosa mezcla de estilos y dividió al sector del metal que no supo digerir de buenas a primeras la propuesta del grupo oriental conformado por las jóvenes Suzuka Nakamoto, Yui Mizono y Moa Kikuchi.

Canción necesaria: Megitsune, para inyectar serotonina a las actividades de la mañana gracias a esa mezcla extraña de pop kawaii y duros riffs de guitarra en plan hardcore.

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