Cine

Reseña: Nope

Una de horror, ovnis y la incondicionalidad de la familia

Por Patricia Luján Arévalos. Entrevista a Jordan Peele e imágenes: cortesía de Filmagic.

Si hay algo que decir sobre las películas de Jordan Peele es que sus historias son siempre interesantes. Puede que el género que trabaja no sea lo tuyo o que no sientas conexión con la temática, pero es innegable su capacidad para relatar situaciones que se salen del esquema. Y es la originalidad con la que escribe lo que le hizo merecedor de su primer Oscar en 2017, en la categoría de Mejor Guión Original, por Get Out, su ópera prima.

Cinco años después, Peele estrenó su tercera película en su doble rol de escritor y director, luego del éxito moderado en taquilla de Us (2019), una favorita de la crítica.

“Es difícil hablar sobre sus inicios [de Nope] sin revelar nada, pero sentía que había un vacío sobre el tipo de filmess que me gustaría que existieran y que no existían. Y era una gran película de horror sobre ovnis”, explica Jordan Peele y continúa: “Entonces, sentí que tenía, en cierto modo, la responsabilidad de hacerla. La idea, el concepto y la trama empezaron ahí”.

En Nope (conocida como ¡Nop! en Latinoamérica) nos encontramos con dos hermanos que llevan adelante un rancho de caballos criados para el trabajo en la industria del entretenimiento, seis meses después de la inesperada y trágica muerte de su padre. Emerald Em Haywood (Keke Palmer) ya lleva tiempo fuera de casa, pero regresa para ayudar a su hermano Ottis OJ  Haywood Jr. (Daniel Kaluuya) con los equinos en los sets de cine y televisión, ya que este decidió continuar con el negocio familiar, a pesar de las deudas que se vienen acumulando.

Daniel Kaluuya es OJ en Nope.

“Soy hijo único, pero me fascinan las relaciones entre hermanos porque es un nexo que se basa en una lealtad primitiva y genética. Es algo subyacente más allá de —con muchos hermanos, no todos— cuánto se ataquen. No importa que su existencia se defina por las diferencias del otro, siempre se apoyarán mutuamente. Quería contar una historia sobre eso porque es algo que siempre me da mucho amor, alegría y melancolía”, agrega Peele.

En este escenario se presenta el punto de tensión principal: el avistamiento de un objeto volador no identificado y la desaparición de los caballos del rancho. Los hermanos deciden que deben capitalizar el momento mediante el registro d la presencia del ovni en su tierra con cámaras de última generación, dignas de salir en el show de Oprah. 

Una dupla magnética

Uno de los puntos más fuertes de Nope es la elección del casting, comenzando por Daniel Kaluuya, frecuente colaborador de Peele, y Keke Palmer. “Son artistas muy diferentes, con antecedentes distintos. Ambos personifican sus personajes de manera maravillosa. En cada situación podemos ver claramente que, cada uno con sus capacidades, son opuestos uno en comparación con el otro, pero entre ellos florecen. Al reunir a estos actores por primera vez, vimos cómo se convertían en Emerald y OJ”, dice Peele.

“Su relación se volvió muy real, al punto en el que no necesité hablar mucho con ellos”, agrega sobre la relación entre los protagonistas, un aspecto que se vuelve clave en el desarrollo de la historia: “No tuve que decirles qué significaban para el otro porque ya sabían”.

Y es que el estilo seco, casi astringente de Daniel Kaluuya, es el complemento ideal de la energía y carisma de Keke Palmer, quien acapara la atención cada vez que sale en pantalla. Kaluuya es un actor tan atrapante, además, que cada sorpresa, giro de la trama o simplemente terror son perfectamente creíbles en su rostro.

Keke Palmer es Em en Nope.

A ellos se suman Steven Yeun, Brandon Perea y Michael Wincott. Se destaca especialmente Yeun en el papel de Ricky Jupe Park (originalmente ofrecido a Jesse Plemons, pero genialmente traído a la vida por Yeun), un actor convertido en presentador de espectáculos en su propio parque de atracciones de temática wéstern ubicado en el desierto de California, justo al lado del rancho de los Haywood. Jordan Peele escribió excelentes papeles complementarios a los hermanos Em y OJ, que potencian no solamente la historia, sino también las interpretaciones de Palmer y Kaluuya.

La madurez de Peele

Aunque Jordan no es ningún novato en la industria, ni lo era cuando lanzó Get Out, es inevitable ver cómo su estilo ha ido madurando en estos años. Nope es una referencia a la adicción del público al entretenimiento: ¿qué no darías por entretener y ser entretenido? La respuesta, en muchos casos, es todo.

Este ejercicio creativo nos trae guiños a Steven Spielberg desde el primer minuto, pero también extrae inspiración de obras menos conocidas y más de culto, como los ángeles de Neon Genesis Evangelion.

No hay momento desperdiciado en sus 140 minutos de duración, desde la pausada contextualización de la vida de los Haywood al comienzo, hasta la adrenalina del desenlace, pasando por los primeros avistamientos del ovni y los arcos que se desarrollan en paralelo. Nope es una experiencia cinematográfica que deslumbra y merece ser vivida en una gran sala de cine.

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