Arte

Robusta

Mujeres, potencia y colectividad

Su nombre lo dice todo: ellas transmiten de manera sensorial y visual el poder de construir desde lo común, desde una mirada que sale de lo individual y abraza la diversidad de perspectivas. La colectiva Robusta, de mujeres ilustradoras, artistas y dibujantes, viene para sentar presencia y valor en el sector de las artes gráficas.

Por Nadia Gómez. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Atardecía un viernes 13 en Asunción, con un viento fresco inusual que abrazaba la entrada del sol. Nos encontramos en ese mejunje propicio de buen clima y café con Mali Jara, Regi Rivas y Bianca Fernández, mujeres artistas que, en conjunto con más de 50 ilustradoras y dibujantes, forman parte de la colectiva Robusta, fundada en marzo de este año.

María José Jara, más conocida como Mali, estudió Ciencias de la Comunicación, trabajó en radio, en redacción y en agencias publicitarias. Sin embargo, hace un buen tiempo su carrera dio un giro hacia el humor gráfico, y desde el nacimiento de Anita dice, su proyecto personal, se dedica a esto a tiempo completo. “Al periodismo lo dejé hace un montón, igual creo que el humor es una forma de hacer prensa, de alguna manera”, agrega.

Regi Rivas, por otro lado, es diseñadora industrial de profesión, pero hace 14 años que se dedica exclusivamente a dibujar. “Me gusta definirme como dibujante. Siento que así tengo un espectro más amplio para producir lo que sea, es mucho más libre ese espacio que si te llamás artista o ilustradora”, explica. Al otro lado de la mesa se escucha que Mali le dice: “Pero sos artista”, y un par de risas y miradas cómplices inundan por un momento el ambiente.

Regi Rivas. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Parte de la historia de Robusta inicia con una relación amorosa, dice Mali, refiriéndose al hecho de haberla conocido. “La admiraba y siempre quise trabajar con ella. Para mí, Regi fue la que puso la ilustración en el mapa”, comenta.

Forjaron una relación de ayuda mutua, y en medio de eso, Mali, que vivió varios años fuera del país y recientemente se mudó de vuelta a Paraguay, habló con Regi impulsada por las ganas de hacer algo en conjunto. “Fui a Argentina hace nueve años, y ahora volví a trabajar para hacer crecer la colectiva, para llevar adelante juntas esto”, acota.

Anita dice despegó y ya cuenta con casi 10 años de existencia. Si bien Mali ama dibujar y todo lo que implica el proceso creativo de su proyecto, con el tiempo el proceso se hizo solitario. “Me dieron ganas de trabajar con otras personas, hacer proyectos juntas, y creo que ese fue el corazón de donde nació Robusta, de crear con gente que admiro”, agrega.

Obra de Regi Rivas.

Regi, al venir del rubro del diseño industrial, estaba muy en contacto con el boceto, con crear desde la nada, con resolver problemas. Antes de volcarse hacia el dibujo, diseñaba stands y confeccionaba ítems de merchandising.

En un momento decidió ir a Buenos Aires a tomar unos cursos relacionados con su trabajo, y como contaba con más tiempo libre, salía acompañada de su blog y dibujaba sin parar. “Al final de mi estadía, dije: ‘Esto es lo que quiero hacer de mi vida. Esto es’”. Tenía 27 años. Al volver a Paraguay se enfocó en materializar ese deseo; ya tenía contactos en algunas agencias publicitarias que le dieron la oportunidad de arrancar con el dibujo, y a partir de allí, no paró. Y el diseño de stands quedó en la historia.

Ambas, Regi y Mali, tratan temas que las atraviesan cotidianamente. “Con Anita, hablo de las cosas que tocan mi vida diaria, mis amigas, cuestiones sociales, feminismo y todo lo que me hace feliz o triste, o me da ansiedad; lo que me hace amar y odiar al mundo”, explica Mali. Por su parte, Regi viene trabajando hace tiempo en torno al universo femenino: “Cuento muchas historias, situaciones que pasan, relaciones personales, de trabajo. Hago esas pequeñas narraciones para que no queden en el olvido”.

Bianca Fernández. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Algo característico del trabajo de Regi es el lado erótico de la mujer, abordado desde una visión femenina. “Hay un valor muy interesante en eso, una búsqueda que sigue hasta ahora, para ver qué sale, qué surge. Siempre quedan preguntas por responder, y mientras haya interrogantes, habrá temas para dibujar”, comenta. Como artista, la mujer es el centro del estudio de Regi, y también su lugar de enunciación.

Bianca también es diseñadora industrial e ilustradora. Le encantan ambas facetas de su vida laboral y artística. “Para mí siempre va a haber una separación entre la ilustración y el diseño, pero quiero dar el mismo peso a ambos”, explica. Ella es la encargada de la identidad visual de la colectiva.

Una Robusta para todas

Como muchas de las mejores cosas en la vida, la colectiva no fue planeada, sino que se dio de manera orgánica y natural. Mali, aún en Buenos Aires, se fijó en los grupos de mujeres que existían y la manera en que se organizaban para colaborar. “Me sentía sola, no había creado redes allá. Vine en febrero para el lanzamiento de mi libro, y se podría decir que el día que nació la colectiva fue el 1 de marzo, fecha en que se creó el grupo de WhatsApp”, explica Mali.

Obra de Bianca Fernández.

Ya con el grupo creado, las primeras ilustradoras que formaron parte empezaron a expandir la colectiva, invitaron amigas y conocidas que también se dedicaban a la ilustración. “Comenzamos con ocho personas y ahora somos más de 50. Hicimos, hasta ahora, siete ferias y cada vez crecemos más”, comenta Mali. La convocatoria se dio de boca en boca, a través de invitaciones y de chicas que se acercaban a los eventos. “Todas son bienvenidas, no tenemos un filtro. Nos dimos cuenta de que la colectiva es una plataforma para crecer. Todo bien con el ‘amor al arte’, pero tiene su punto final en algún momento, y si nos organizamos es posible vivir de lo que queremos”.

Anteriormente Regi formó parte de un colectivo de artistas, la Décima Esfera. Hace 10 años se autoconvocaron para dibujar postales, imprimirlas y venderlas en bares. “Era una excusa perfecta para dibujar, nos divertíamos un montón. Duró como dos o tres años aproximadamente”, explica. Para ella es importante el hecho de la colectivización, porque al estar juntas se crea una fuerza importante. El oficio del dibujante puede convertirse en algo muy solitario; la idea es salir de esa retórica, y contar con una red de contención y de apoyo desde la colectiva. “Hace poco nos juntamos a dibujar y fue un momento de energía maravilloso. Éramos 11 chicas haciendo lo que más nos gusta, y esa fuerza creadora es demasiado potente”, agrega Regi.

Mali Jara. Fotografía: Fernando Franceschelli.

La entrevista con Regi, Mali y Bianca se dio un día antes de la tercera edición del festival Sorora, un ejemplo importante de organización y colectivización para visibilizar y promover el trabajo femenino en la música. Históricamente las mujeres han recurrido a la organización y al trabajo en conjunto para luchar por sus derechos y reivindicar su existencia en una sociedad en la que existe brecha salarial, violencia de género, femicidios y otros flagelos. Que una colectiva como Robusta exista es un indicador importante de que el trabajo de las artistas merece un espacio más amplio, diverso y visible.

La colectiva tiene apenas unos meses, pero las chicas ya trazan sueños y planes importantes para realizar desde esta plataforma. “Por la manera en la que está creciendo el proyecto, se siente la necesidad de que haya ciertos parámetros, para formalizar la colectiva como tal y profesionalizarla; darle la mirada que queremos”, explica Bianca.

Obra de Mali Jara.

Desde la colectiva saben que habitan un mundo en el que existe una desigualdad marcada entre el hombre y la mujer, y que es un fenómeno que no afecta solo al rubro de la ilustración, sino que permea en todos los ámbitos laborales. “Por eso es importante que existan colectivas que visibilicen el trabajo femenino, que se cree una plataforma para nosotras y para hacer el camino más fácil a las que vendrán luego”, comenta Mali.

Un objetivo de Robusta es dejar atrás el concepto de competencia que existe entre mujeres, para reconfirmar que juntas somos más fuertes y así se disfruta más del trayecto. Hacia fin de año planean hacer una gran feria de ilustradoras, que también sea un espacio para que se integren otro tipo de artistas. El entusiasmo de Regi es palpable: “Como colectiva queremos dar talleres, publicar todo lo que tenga que ver con el dibujo y el crecimiento personal y grupal de la ilustración”.

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