Nota de tapa

Apuesta femenina

Cuando la pasión se encuentra en el campo de juego

La visibilidad del género femenino en el deporte se manifiesta como un compromiso con la igualdad en el país, y se reconoce que cada vez más apuestan por la destreza física como estilo de vida y también como la posibilidad de una carrera profesional. Buscan destacarse en distintas disciplinas deportivas y, a la vez, dejar en alto la bandera nacional dentro y fuera del territorio como símbolo de orgullo. En el mes que homenajea a la mujer, desde Pausa proponemos cinco historias de deportistas paraguayas que lograron abrirse camino hasta llegar a la consagración.

Por Karina O. Conteiro. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez. Prendas y calzados: Meta Sports For Women. Peinado: Elizabeth Venialgo y Diana Guerrero para Majestik Beauty Salon, Barbershop & Spa. Maquillaje: Noemí Argüello y Venus Ayala para Majestik Beauty Salon, Barbershop & Spa.

Desde hace tiempo, el deporte femenino en Paraguay dejó de ser utópico y se convirtió en algo que va tomando cada vez más fuerza. Son mujeres que, en su momento, optaron por lo que las hacía felices, aunque a veces, esa decisión no respondió a parámetros sociales esperados para el género. Ya sea que estudien en el extranjero por una temporada para perseguir un deporte o representen al país en una competición internacional, demuestran que el girl power se puede convertir en una vidriera y en un poderoso mensaje para que una nueva generación de niñas conozca una realidad distinta.

En esta nota, cinco de las deportistas más destacadas de Paraguay conversan con nosotros sobre su carrera para transmitir un mensaje de superación y perseverancia, con sus respectivas “canchas” de juego como escenario: un tablero de ajedrez o una pista de atletismo, el mensaje es el mismo: se puede disfrutar de la pasión a pesar de los obstáculos.

Fotografía: Javier Valdez.

¿Cómo fueron sus comienzos, cómo llegaron a donde están, cómo dividen sus jornadas con otras actividades y cómo lidian con los desafíos de un ámbito masculino, donde el apoyo se asoma tímidamente en las distintas disciplinas? Sus experiencias abren las posibilidades para que más interesadas puedan desenvolverse en estos deportes.

Por el Día Internacional de la Mujer, recordado este próximo 8 de marzo y bajo la campaña global #8M, la ajedrecista Gabriela Vargas Talavera deja constancia de que el amor muchas veces toma su tiempo para establecer buenas bases que duren para toda la vida; la atleta Camila Pirelli transmite que visionar a largo plazo es una cualidad que solo algunos saben dominar; la patinadora Sophía Veiluva sabe que el compromiso y la responsabilidad son pilares que se pueden ejercitar desde muy corta edad; para la atleta paralímpica Melissa Tillner, no hay nada imposible y asegura que soñar en grande no cuesta nada porque, a veces, los deseos sí se cumplen; y la saltadora con garrocha Cecilia Balcázar sabe que para encontrar la verdadera vocación, hay que transitar más de un camino. Cinco historias de mujeres que se destacan en el entorno deportivo y que continúan para delante.

Gabriela Vargas Talavera. Fotografía: Javier Valdez.

Gabriela Vargas Talavera

Ajedrez

Gabriela Vargas Talavera es la primera maestra internacional de ajedrez del Paraguay. Una deportista de élite que no solo abrió camino a esta disciplina en el país, sino que también es considerada la primera en conseguir cuantos logros se propuso y dejar en alto la bandera nacional en cada competición internacional. Aunque admite que este deporte nunca le interesó como tal de niña, fue por medio de su hermano menor que tuvo la oportunidad de estar en contacto con un tablero por primera vez a los 14 años. “Mi primera reacción fue que no, porque era muy aburrido. Siempre digo que el ajedrez llegó a mi vida de forma accidental, y si no hubiese sido por mi hermano, yo no estaría donde estoy hoy día”, dice Gaby, como la conocen en su entorno.

Si bien no fue amor a primera vista, Vargas se sintió atraída por las particularidades de este deporte, y de a poco le tomó cariño, hasta que lo adoptó como hobby. “Simplemente iba a los torneos y me divertía mucho, pero poco a poco comencé a obtener resultados muy sorprendentes si se consideraba el poco tiempo que llevaba jugando”, recuerda. Ese avance tan repentino como ajedrecista la llevó a su primer Campeonato Nacional Sub 14, en el que quedó en segundo puesto. A partir de ese momento comenzó a crearse una especie de efecto dominó con más títulos obtenidos en el extranjero.

Hace cinco años, cuando decidí dedicarme 100 % al ajedrez como profesión, sí sentía presión.

Gabriela Vargas Talavera.

La primera vez que Gaby salió del país para participar de un torneo internacional como parte de una delegación nacional de ajedrecistas, se dio cuenta de que este deporte formaría parte de su vida: “Al volver lo único que pensaba era en ir al panamericano al año siguiente y ocupar el podio”. Gracias al ajedrez, Gabriela pudo viajar y ampliar sus horizontes; llegó a países que jamás pensó que visitaría y, en consecuencia, vio la oportunidad de representar a Paraguay en cada competición.

“Hace cinco años, cuando decidí dedicarme 100 % al ajedrez como profesión, sí sentía presión”, asegura. Un camino que no fue fácil atravesar. Como mujer, y sin ninguna referencia local femenina dentro de la disciplina, Gabriela tuvo que comenzar de abajo entre pasajes que no podían ser costeados por su familia y la poca visibilidad del juego que había en ese entonces, 20 años atrás.

Pero para Vargas Talavera eso no fue impedimento. Actualmente, no solo se desempaña como deportista a tiempo completo: a su trayectoria también le suma la docencia en su Academia de Ajedrez Bobby Fischer —un nombre que eligió en homenaje al mejor jugador de la historia en Estados Unidos—, y así acerca el juego a más personas, sobre todo, a las niñas. “Hay muchas más oportunidades que en mi época”, puntualiza.

Camila Pirelli. Fotografía: Javier Valdez.

Camila Pirelli

Atletismo

Desde muy pequeña, Camila Pirelli se puso como objetivo a largo plazo destacarse en un deporte, sin tener claro en ese momento cuál de todos sería. Como persona multifacética —tal como se define—, de joven pasó por diferentes disciplinas; desde handball hasta llegar al básquet, y distribuyó sus jornadas para dedicarle tiempo a varias actividades a la vez. Pero no fue hasta 2004 cuando se cruzó con el atletismo gracias a la insistencia de su mamá, Magdalena Cubas, una exatleta. “La verdad que yo no iba a llegar hasta donde estoy si no fuese por ella. No hubiera sabido lo que me deparaba el destino”, dice Pirelli. Camila tenía seis años cuando su madre la sentó en la cama de su habitación para indicarle que entraría a un colegio bilingüe para prepararse desde temprano para una beca universitaria que la llevaría al extranjero.

Y así fue. En 2008 viajó a Estados Unidos para seguir la carrera de Biología, en la Oral Roberts University. Pasó cuatro años en el país norteamericano, donde batió varias veces sus propios récords de heptatlón en representación de la universidad y estudiando una carrera de la cual se recibió con honores. “Formarse en el exterior es una experiencia que le recomiendo a todos los deportistas de alto rendimiento. Te hace crecer no solamente como atleta internacional, sino también como persona, porque tenés que alcanzar cierta madurez”, asegura Camila.

Creo que esa fortaleza que caracteriza a la mujer paraguaya también me caracteriza a mí, la de guerrera. Yo pasé por muchas cosas, como lesiones y varias injusticias.

Camila Pirelli.

En 2012, cuando terminó la carrera universitaria, se planteó la posibilidad de quedarse en tierra estadounidense, una decisión ante la que se encontró, agradecida, por las alternativas que jamás pensó que tendría. Pero el camino recorrido para llegar hasta ese escenario de ensueño no fue nada fácil. Mucho antes, hacia el 2006 y todavía con 16 años, Camila tuvo que mudarse de la ciudad de toda su vida, Ayolas (ubicada en el departamento de Misiones), para instalarse en Asunción. Si bien la joven nació en la capital del país, Pirelli confiesa que tuvo que adaptarse a muchos cambios y atravesar vivencias a las cuales no estaba acostumbrada, como viajar en colectivo o aprenderse los nombres de las calles de una nueva ciudad.

Recuerda que en aquellos tiempos no abundaban las oportunidades para los deportistas nacionales, algo que mejoró un poco ahora. “Muchas veces ella [su mamá] tuvo que pagar los pasajes, los suplementos, los calzados y la ropa deportiva”, dice. Identificada con la frase kuña mbarete, también se ganó el sobrenombre de Pantera Guaraní tras una visita a Chile, donde un periodista del país andino la apodó así. “Creo que esa fortaleza que caracteriza a la mujer paraguaya también me caracteriza a mí, la de guerrera. Yo pasé por muchas cosas, como lesiones y varias injusticias”, expresa Camila.

Hoy es una de las deportistas más renombradas del país, y desde su vuelta a Paraguay continúa con la misión de ser embajadora a donde va para competir. ¿Su última hazaña? Haber llegado a los Juegos Olímpicos en Tokio el año pasado. “Era lo único que me quedaba para cumplir, que faltaba en mi currículum como atleta”, asevera.

Sophia Veiluva. Fotografía: Javier Valdez.

Sophía Veiluva

Patinaje artístico

Sophía Veiluva tiene en su haber varios hitos conseguidos a muy corta edad, pues solo cuenta con 21 años. Su más reciente logro fue en el extranjero, cuando se quedó con la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico en 2019, evento que se realizó en Barcelona (España). Fue una experiencia enriquecedora que le marcó la vida, la primera presea para Paraguay en esa disciplina. “Fue fruto de mucho esfuerzo y sacrificio, no solo mío sino de todo mi equipo, al cual voy a estar eternamente agradecida”, dice Veiluva.

Además, el año pasado, ella portó la bandera en el acto de abanderamiento durante el Mundial de Patinaje Artístico Asunción 2021; fue toda una referente dentro del ámbito y marcó presencia dentro y fuera de la pista. Gracias a su dedicación y disciplina, con más de una década en este deporte, Sophía también forma parte de la selección paraguaya de patinaje, que integra junto a sus pares de la élite deportiva.

Una promesa que va en ascenso y cuyo recorrido inició a los cuatro años de edad, cuando comenzó a practicar con el patín. A los 10, el hobby pasó a ser algo más serio, lo que la llevó a destinar más tiempo y dedicación. “Desde que inicié me enamoré de este deporte y realmente ninguna otra actividad me llena como el patinaje”, confiesa Sophía, quien se reparte entre sus estudios universitarios, los entrenamientos y, lentamente, también la docencia de patinaje, pues se dedica netamente a esta pasión todos los días.

Desde que inicié me enamoré de este deporte y realmente ninguna otra actividad me llena como el patinaje.

Sophía Veiluva.

Para este año, la patinadora asegura que tiene varias competencias marcadas; entre ellas se encuentran las world cups, los campeonatos más importantes donde va a participar. Asimismo, Paraguay será nuevamente sede y esta vez para los Juegos Odesur, desafío que también se encuentra entre sus prioridades este año.

Una agenda cargada de actividad, de la cual Veiluva reconoce que hoy “se realiza todo lo que se puede”, pues considera que cada cosa conlleva un proceso, para que el patín tenga más peso como disciplina a nivel nacional. De hecho, actualmente la Confederación Paraguaya de Patinaje invierte en capacitaciones para atletas y entrenadores. “Espero que esta inversión dé sus frutos”, reflexiona.

Si bien el patinaje artístico se asocia con la figura femenina, a escala mundial son miles los hombres que también practican este deporte. “Lo que sí me encanta es que gracias a esto demostramos que podemos hacer lo mismo que ellos, además de ser inspiración para otros”, refiere la medallista. La joven asegura que en algún futuro le gustaría formar parte de la transición de esta disciplina a deporte olímpico dentro del país y vivir ese proceso, ya sea como dirigente, entrenadora o jueza.

Melissa Tillner. Fotografía: Javier Valdez.

Melissa Tillner

Atletismo paralímpico

Melissa Tillner es una atleta paralímpica que comenzó a incursionar en el deporte hace algunos años, más precisamente en 2016, mucho antes de que se decidiera por el atletismo. Sus inicios datan del golbol (en inglés goalball), un deporte creado para deportistas con discapacidad visual. En este, los jugadores deben llevar un antifaz que les cubre por completo los ojos y utilizan un balón sonoro que lleva cascabeles en su interior, que suenan con el movimiento.

En ese tiempo y gracias a esta disciplina, Melissa pasó por torneos sudamericanos. Pero fue en 2018 cuando Tillner dio un giro hacia otro deporte: el atletismo.

Ese año también conoció a quien es en la actualidad su atleta guía, Víctor Duarte, quien desde el primer encuentro le planteó una carrera de dos kilómetros en el Comité Olímpico. “Empezó como un hobby, jamás pensé que se convertiría en algo tan grande”, dice Melissa. Es que gracias a esta disciplina se volvió la primera atleta mujer que llegó a los Juegos Paralímpicos en representación de Paraguay, en Tokio (Japón), durante el 2021.

Me considero muy disciplinada, constante, competitiva y este deporte hace que saque todo mi potencial, lo mejor de mí.

Melissa Tillner.

“Sentí de todo en esas semanas: orgullo, satisfacción, emoción hasta las lágrimas, nervios y también mucha responsabilidad por llevar nuestra bandera. A veces no me creía estar ahí, pero desde el día uno disfruté al máximo. Creo que es fundamental disfrutar, hace que todo fluya. Y sobre todo, me sentí —y sigo sintiendo— muy agradecida por haber tenido esa oportunidad”, cuenta Melissa. Al comienzo vio al atletismo como algo bastante desafiante, ya que requiere de un buen estado físico y mental. “Me considero muy disciplinada, constante, competitiva y este deporte hace que saque todo mi potencial, lo mejor de mí”, asegura la atleta.

“Mi entrenador no había tenido experiencia en atletismo adaptado; sin embargo, no dudó un segundo para comenzar los trabajos conmigo, nunca voy a olvidar sus primeras palabras: ‘Yo te voy a entrenar como una velocista más’. Es superimportante para mí esa naturalidad”, confiesa Melissa.

Actualmente, la joven se reparte entre la disciplina y el estudio: está en el último año de la carrera de Relaciones Públicas y Recursos Humanos, y anhela en algún futuro desenvolverse en el sector de personas con discapacidad, para generar vínculos entre instituciones públicas o privadas y las personas, y trabajar en políticas de inclusión. “Si lo puedo hacer en el ámbito deportivo, también me encantaría”, confiesa. Como atleta, espera seguir superándose, mejorando su nivel y transitando por el camino del alto rendimiento, con el fin de mantener la bandera paraguaya en alto.

Cecilia Balcázar. Fotografía: Javier Valdez.

Cecilia Balcázar

Salto con garrocha

La más pequeña de este especial tiene 15 años, pero es una de las que más recorrido tiene en distintos deportes. Cecilia Balcázar inició su carrera a los cinco con natación, luego pasó a la gimnasia artística durante cuatro años antes de entrenar en remo por dos más. Esta última disciplina es una pasión compartida con su madre, Rita Correa, una exremadora local.

También tuvo su paso por el atletismo a los 12 y todavía no hace un año que comenzó a incursionar en el salto con garrocha y ya estableció un nuevo récord nacional. “Comencé primero con carreras, saltos en arena y después pasé a la caja, el lugar donde se salta con la garrocha”, cuenta Cecilia. La adolescente confiesa que fue a finales de junio de 2021 cuando comenzó a dedicarse con más tiempo y de manera intensiva a este deporte, invitada por su entrenador, Thomas Zuddy, quien le aseguró que veía futuro en ella. En cuanto a su decisión de apostar por esta disciplina, Balcázar admite que es un deporte en donde se siente cómoda y que además le gusta el desafío que implica.

Comencé primero con carreras, saltos en arena y después pasé a la caja, el lugar donde se salta con la garrocha.

Cecilia Balcázar.

Su día a día se divide entre el colegio por las mañanas y los entrenamientos por las tardes, facilidad que le otorgan las autoridades educativas del San Clemente María, una oportunidad por la que se siente agradecida y valorada, no solo por su entorno familiar, sino también por el escolar.

La joven asegura que entre sus máximos sueños se encuentra representar al país en eventos internacionales. “Llevar a lo más alto la bandera paraguaya”, refiere Cecilia. A largo plazo busca continuar como deportista de tiempo completo. “Sé que algún día voy a hacerlo”, dice y añade que le gustaría ser reconocida por los logros que obtenga.

Asimismo, asegura que este deporte amateur consiguió, en muy pocos años, un importante apoyo y reconocimiento por parte del Gobierno, y le emociona saber que dicha disciplina cuenta con el respaldo de entidades estatales.

Entre sus logros, el año pasado consiguió un nuevo récord nacional en la categoría sub 16 en salto de garrocha tras superar una altura de 2,60 m, en el marco del Torneo de la Victoria, organizado por la Federación Paraguaya de Atletismo. El anterior récord le pertenecía a su par, Florencia Brítez, con 2,50 m.

Recomendados

Sin Comentarios

    Dejar un comentario