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Del diagnóstico a la solución

Tres claves para salvar al sistema oncológico paraguayo

La lucha contra el cáncer en Paraguay se enfrenta a desafíos como la detección tardía, el bajo presupuesto, la centralización y la falta de recursos, pero también muestra avances en un sistema en transformación. La doctora María Luisa Cabañas, del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), analiza la situación.

Hace unos años, la mayoría de los pacientes que llegaban por un cáncer de mama al Incan se encontraban en un estadio avanzado de la enfermedad. Hoy, si bien se reciben más casos en la primera fase, la detección tardía sigue siendo una realidad. “Creo que las campañas de tamizaje para un diagnóstico temprano están funcionando, pero es un proceso lento”, afirma la doctora María Luisa Cabañas, médica patóloga del nosocomio.

La razón es cultural: “Hay que tener en cuenta que es una reeducación de la población, un cambio de paradigma de lo que significa ir al médico. El paraguayo promedio consulta cuando ya se siente clínicamente mal, nosotros le estamos pidiendo que vaya cuando está sano”, comienza a explicar.

Un sistema al límite

Este es solo el primer eslabón de una cadena de problemas. El otro, indiscutiblemente, es presupuestario. “El panorama se traduce en un colapso que ya está presente”, advirtió la doctora en mayo pasado al diario Última Hora.

En conversación con Pausa, explica que los fondos destinados a la lucha contra el cáncer para el Incan se calculan con base en la población hospitalaria inicial. Sin embargo, hoy reciben pacientes derivados de distintos institutos públicos (Hospital Nacional de Itauguá, Materno Infantil San Pablo, entre otros), del sistema privado, de IPS e incluso del Hospital Militar. “Es muy difícil calcular un presupuesto adecuado con una población tan cambiante”, revela. Generalmente, los desabastecimientos bruscos ocurren cuando hay un flujo masivo de ingresantes externos.

Aunque el vademécum del Incan es uno de los más completos de Sudamérica, mantener los stocks adecuados es un desafío de gestión. “Son procesos lentos que requieren mucha inversión de recursos, humanos y físicos”, indica.

La falta se extiende al equipamiento. No hay suficientes tomógrafos ni aceleradores lineales para radioterapia en el país. “Y esto va de la mano con la falta de personal especializado en imágenes, anatomía patológica, oncología clínica y otras áreas”, afirma. La solución, reconoce, es a largo plazo, por los años de formación requeridos.

La realidad es que Paraguay tiene una marcada centralización, sobre todo alrededor de las grandes ciudades. Para todo el país están disponibles 55 mamógrafos operativos. En la página web del Ministerio de Salud y Bienestar Social, está la lista actualizada: www.mspbs.gov.py/octubre-rosa.html

María Luisa Cabañas es médica patóloga de profesión, formada en el Hospital Clínic Provincial de Barcelona (España). Regresó al país en 2014 y desde entonces es patóloga de staff en el Incan, donde a partir del 2018 se desempeña como jefa del Departamento de Docencia e Investigación.

Por otro lado, una acotación que parece obvia: en las políticas públicas de salud, se debe contemplar el sueldo del médico especialista. “Claramente es insuficiente para todo lo que estudiamos y para el trabajo delicado que tenemos que realizar”, declara Cabañas, y detalla: “No solo hacemos labor asistencial, sino que también debemos formar recursos humanos. Es una inmensa responsabilidad que nadie reconoce”.

Los salarios no se actualizan desde hace más de una década. “El sueldo mínimo aumenta cada año, la canasta familiar también, pero nuestro sueldo no. Esa es la deuda histórica que el Estado tiene con nosotros. Si el pago fuera adecuado y pudiéramos trabajar todos en un mismo centro —como en el resto del mundo—, el tratamiento y seguimiento de los pacientes sería mucho más fluido y efectivo”, explica, “esa es la acción más concreta y prioritaria que podría producir un cambio tangible en la lucha contra una enfermedad como el cáncer”.

Enfermeras navegadoras

Frente a la espera en el sistema público, el Incan creó un sistema de “enfermeras navegadoras” para cáncer de cuello uterino y mama. “Es personal de enfermería altamente capacitado que agiliza las gestiones de las pacientes con sospecha de estos casos”, cuenta Cabañas.

Dentro de este programa, obtuvieron una beca para crear una red de atención prioritaria para mujeres con cáncer de mama metastásico, llamado Racam (Red de Asistencia para Cáncer de Mama Avanzado). “Esta modalidad ofrece una atención rápida y coordinada a estas pacientes, con el objetivo de que inicien su tratamiento específico cuanto antes, y cuenta inclusive con acompañamiento emocional”, plantea la doctora.

La beca fue otorgada por la empresa Pfizer en conjunto con la fundación Conquer Cancer de ASCO (American Association of Clinical Oncology) en el 2024. Más información, en su página web: www.racam.org.py

Otra iniciativa del Programa Nacional del Cáncer (Pronac) es una clínica móvil con la cual recorren las zonas alejadas del país para llegar a poblaciones vulnerables. “Un cambio de paradigma que estamos tratando de instalar en las políticas públicas del Ministerio de Salud es justamente invertir más en prevención y detección temprana”, revela Cabañas.

Un estudio del paciente paraguayo

En investigación, el foco está puesto en “buscar proyectos que estudien las alteraciones genéticas de las pacientes con cáncer de mama de la población”. Estas alteraciones generalmente se analizan en las poblaciones del hemisferio norte.

Pero eso está empezando a cambiar. “Participamos de un proyecto de estudio multicéntrico de cáncer de mama y ovario hereditario, para conocer nuestras propias alteraciones genéticas como población latinoamericana”, plantea. Se trata de Lacam, un estudio en el continente para identificar mutaciones germinales en genes de susceptibilidad en pacientes con síndrome congénito, para comprender su prevalencia y características en la región.

Paraguay aún no cuenta con un centro de formación en consejería genética, por esta misma subrepresentación que tienen los países del sur global. “Los profesionales médicos del Incan que se formaron en consejería genética lo hicieron con recursos propios”, indica.

El camino hacia un sistema oncológico robusto en Paraguay transita entre viejos desafíos estructurales y nuevas estrategias que buscan, paso a paso, transformar una realidad compleja que necesita apoyo y acompañamiento, en Octubre Rosa, en Noviembre Azul y todo el año.

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