Cómo vender productos y servicios digitales a más de 100 países
En Paraguay, la dificultad para recibir pagos del extranjero ha mantenido al país aislado en cuanto a oportunidades para trabajadores independientes que quieren expandirse a mercados internacionales. Esto está cambiando gracias a Creala, una plataforma nacional que permite giros de varios países. Hablamos con su inventor, Os Sánchez (cofundador de Toky, una startup con éxito mundial), y también con dos creadores de contenido que aprovechan esta oportunidad histórica.
Por Juan Daniel Ramírez (@TranviaFantasma)
A inicios de 2000, trabajar en un cibercafé era el sueño de todo adolescente aficionado a los juegos de PC y a navegar por internet (actividad novedosa en ese entonces). Con 16 años, Os Sánchez vivía eso en carne propia: era el encargado del ciber de su barrio, jugaba gratis todo lo que quería y experimentaba con sitios web básicos.
Varios años después, esa misma curiosidad por explorar la tecnología lo llevó a pasar horas frente a la computadora, pero la escala de su trabajo creció de manera drástica: se convirtió en product manager de una empresa tecnológica con más de 600 empleados a nivel mundial. El puesto era ideal para Os porque conocía el producto a la perfección: él fue su cofundador.
Se trataba de Toky, una herramienta de comunicaciones que construyó con el programador paraguayo Carlos Ruiz Díaz. La aplicación recibió el apoyo de Wayra, la aceleradora de startups de Telefónica México. Posteriormente, la app fue adquirida por una firma europea valorada en más de mil millones de dólares (lo que comúnmente se conoce en el ámbito tecnológico como «unicornio»).
Después de vender su emprendimiento, Os Sánchez continuó trabajando ahí por tres años, hasta que decidió renunciar. “Surgieron otros desafíos que no me interesaban tanto. Renuncié y me sentí muy agradecido. Fueron siete años intensos, viajamos mucho por todo el mundo, íbamos varias veces al año a Amsterdam, también estuve en Bogotá y con clientes en Madrid. Toky fue un vehículo de crecimiento profesional invaluable que me hizo conocer gente maravillosa”, recordó Sánchez mientras hablábamos en su comedor, a metros de su estación de trabajo.
Nacimiento de Creala
Luego de siete años de experiencia con Toky, Os bajó los decibeles y decidió darle forma a una nueva idea, con él como único miembro del equipo. “Creala nació a raíz de que quería hacer un microproyecto y me topé con esta gran limitante acá: no poder cobrar localmente desde el extranjero. Mi plataforma te permite recibir pagos de 130 países y el dinero lo enviamos a tu cuenta de banco local por Sipap, cosa que antes no se podía: tu plata se quedaba en EE. UU., tenías que hacer una transferencia internacional y pagar el Swift, que es carísimo”, explicó. Esa restricción contribuía decisivamente en la escasez de emprendimientos digitales aquí.
Sin dudas, esta plataforma es una oportunidad histórica para los trabajadores del país. “Siempre se nos negó la posibilidad de vender nuestro trabajo afuera, entonces hay un estímulo de la gente”, contó.
Una experiencia increíble
Marcelo Gabriel es un músico, docente y creador de contenido que seguía a Os Sánchez en Twitter, y así se enteró de que el emprendedor estaba trabajando en una plataforma para ayudar a los creadores en Paraguay a recibir pagos debido a la falta de cobros por Paypal. Cuando el programador encontró una solución, Marcelo se ofreció como uno de los primeros en probarla, ya que se dedica a vender servicios digitales de canto, como clases, webinars y dedicatorias por cumpleaños. “La oportunidad de empezar a vender a todo el planeta es lo más grande para mí. Hasta ahora, mi experiencia con Creala fue increíble”, mencionó el músico.
“Me parece importante que exista Creala porque conecta al creador paraguayo con el mundo y también le facilita la vida al momento de cobrar, porque para el cliente es fácil y práctico realizar el pago”, enfatizó.
Un proceso ágil
Adriana Valdez es especialista en decoraciones artesanales y se incorporó recientemente a Creala con su curso Macramé para principiantes. “Acceder a la plataforma no es complicado, los pasos son muy ágiles. Ya probé con otras apps, pero al final no me permitían vender el curso al exterior”, comentó la emprendedora.
La revolución del no-code
Para Os Sánchez, los tres hechos paradigmáticos que cambiaron nuestra forma de trabajo en los últimos años fueron: la llegada de internet a los hogares, la aparición del smartphone y la reciente revolución del no-code, un enfoque de desarrollo de software que permite crear aplicaciones y herramientas digitales sin necesidad de saber programar. De hecho, él es diseñador gráfico y no tiene experiencia en programación más allá de sus experimentos durante la adolescencia. “En Creala uso principalmente herramientas no-code e inteligencia artificial, lo que me permite crear sistemas, softwares y páginas web. Hace poco, para eso necesitabas una persona que te haga frontend, otra que maneje base de datos y, por más que sea pequeño el proyecto, un full stack, por lo menos”, explicó con mucho entusiasmo. También advirtió que próximamente habrá una brecha entre las personas que aprovechen estas tendencias y las que no.
El futuro del trabajo
El sol se escondía, ya habían pasado más de dos horas desde que empezamos a hablar, pero mi cerebro seguía activo, procesando esa información nueva. Mientras la cafeína invadía mi organismo, Os me dio una idea muy tentadora: “En un futuro cercano vas a poder vender la forma en que entrevistás, tu lenguaje y estructura, a través de un sistema. Así vas a generar ingresos pasivos”. No estaría mal, sería más eficiente que yo y no entregaría tarde sus artículos. “Habrá una nueva forma de trabajo y necesitaremos nuevas plataformas. Creala es hoy un marketplace para creadores de productos y servicios digitales, pero está dentro de una industria que la va a moldear en un tiempo corto”, predijo Os.
Animarse a crear y emprender
Internet está plagado de frases de “mentalidad millonaria” y gurús humeantes; por lo tanto, es difícil encontrar consejos que realmente sirvan. Por eso, aproveché esta nota para aprender de mis entrevistados. Marcelo Gabriel, cuyo contenido en Instagram le dio muchos seguidores, explicó: “Lo más importante que aprendí como creador de contenido es animarme a crear, vender y darle al mundo el conocimiento que tengo. A veces, nos ponemos un montón de trabas mentales como ‘no estoy preparado, no puedo competir en el mercado’. En realidad, cada uno tiene algo que conoce mejor que otro, y eso podemos convertirlo en producto”.
Adriana Valdez compartió que “hay que perseverar a pesar de todo, ya que a veces en la vida del emprendedor/a se presentan desafíos en cuanto a recursos, tiempo, infraestructura y otros factores, pero cuando uno se propone a hacer lo que ama, se genera el combustible necesario para avanzar y sobrepasar los obstáculos”. Ella emprende desde hace más de cuatro años a través de su tienda online Macramé y Arte.
Por último, Os Sánchez mencionó la importancia de tomar acción: “La suerte te pega cuando estás experimentando, curioseando y haciendo. Es difícil transmitir este tipo de consejos, uno tiene que mantenerse activo para entenderlo”.
Lo que tenés que saber
En Creala (https://market.crea.la/) podés vender servicios digitales (por ahora no incluye productos físicos). Actualmente, la plataforma cobra una comisión del 10 % sobre ventas que superen los USD 20, mientras de aquellas inferiores a ese monto, obtiene una comisión fija de USD 2. Se ofrecen cursos, webinars, videollamadas, consultorías, documentación, podcasts, imágenes, fotografías, plantillas, webs, plugins, etcétera. Para enterarte de las novedades de esta plataforma, seguila en Twitter (@creala_). También te podés sumar a la comunidad de Creala en Discord, a través del link ubicado en la parte inferior de su página.
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