Sobre el premio Nobel 2025 y por qué leerlo ahora
Cuando la Academia Sueca lo anunció, muchos se preguntaron con curiosidad quién es este autor húngaro y por qué dijeron que su obra “reafirma el poder del arte en medio de la oscuridad».
Hablar de Krasznahorkai es hablar de una sintaxis que desafía la respiración: oraciones largas, a menudo extendidas en párrafos de nunca acabar; aparente ausencia de pausas y una cadencia que obliga al lector a entrar a un flujo casi hipnótico.
Críticos y traductores destacan que su gramática no debe verse como un obstáculo sino como un instrumento: esas oraciones interminables recrean mentalmente la agobiante continuidad de la realidad descrita. Para muchos lectores la experiencia es física, porque se siente que la prosa empuja, arrastra, extenúa, pero también ilumina.
Sus novelas suelen situarse en pequeños pueblos o ciudades en descomposición, donde las instituciones y las certezas se deshacen. En Tango satánico (1985) vemos una cooperativa agrícola en decadencia que parece anclada en la ruina y el engaño. En La melancolía de la resistencia (1989), más tarde adaptada al cine por Béla Tarr como Werckmeister Harmonies, un circo y la llegada de lo inexplicable ponen miedos colectivos en movimiento. Y en El barón Wenckheim vuelve a casa (2016) reaparece el escenario de provincia, ahora atravesado por la burla, la compasión y la ironía trágica. Todas comparten esa sensación de horizonte clausurado: los personajes no solo viven en sitios deteriorados, sino que parecen actuar conscientes de un final inminente.
Además de novelas largas, Krasznahorkai escribió textos cortos, ensayos y también colaboró en guiones con Béla Tarr. Su trabajo con el cine muestra otra cara de sus obsesiones adaptadas a lo visual, como la duración, el plano fijo o la espera. En español, sus libros están publicados por la editorial Acantilado.
De qué tratan sus obras clave (sin spoilers)
Tango satánico es una novela en la que la vida diaria de una comunidad rota gira alrededor del regreso de un hombre que provoca manipulación y catarsis colectiva. The Guardian la describió así: “Narrativamente es un organismo plástico: se pliega y repite, como si el tiempo se enroscara sobre sí mismo”. Muchas reseñas la retratan también como “monstruosa” por su ambición y dureza.

La melancolía de la resistencia explora la vulnerabilidad ante la demagogia y el deseo de orden en el caos con la llegada de un espectáculo extraño (un circo que promete una ballena) al pueblo y la propagación de rumores que erosionan la vida del lugar. El barón Wenckheim vuelve a casa es un texto más reciente, donde el humor negro y la compasión conviven. Algunos la ven como una obra que agiliza su negra lucidez con matices más humanos, aunque no menos inquietantes. Recomendada para los lectores que quieran ver una evolución temática y formal.
Lo que los críticos destacan
Lo vinculan con la tradición central europea de novela filosófica y apocalíptica. Y las comparaciones con Kafka y Thomas Bernhard aparecen con frecuencia, no como etiquetas que lo reduzcan sino como señales de parentesco en atmósfera y tono.
Desde reseñas literarias hasta medios especializados resaltan su dominio formal con la advertencia de que no es una lectura ligera. The Guardian, por ejemplo, describe Tango satánico como una obra brutal, pero también fascinante, que contiene humor dentro de su desolación.
Más allá de los escenarios y los personajes, las novelas comparten una estética común donde la repetición, la circularidad y la insistencia en detalles mínimos son recursos comunes. Pequeñas escenas se presentan y reaparecen, como si la realidad insistiera en mostrar sus grietas hasta hacerlas visibles. Ese “patrón” convierte su obra en un gran proyecto sobre la fragilidad humana frente a fuerzas sociales y existenciales.
Por dónde deberías empezar a leerlo
Si no lo conocés, van dos puertas de entrada según la motivación lectora:
- Relaciones misericordiosas (1986). Un compilado de ocho relatos que ya nos introducen a los rasgos principales de su obra: la falta de puntos y aparte, su perspicacia en el detalle y el humor negro que aliviana momentos tensos. Para arrancar con cautela y en menos de 150 páginas.
- Tango satánico (1985). Para los lectores dispuestos a dejarse arrastrar por la prosa y la estructura. Es la obra que lo lanzó internacionalmente. Si te atrae lo monumental, podés comenzar por aquí.

Leer a Krasznahorkai hoy
Sus libros son una experiencia estética que sintetiza forma y contenido. La apocalíptica imaginería temática no es simple pesimismo, sino un laboratorio donde la prosa demuestra que el lenguaje puede dimensionar, con una precisión casi científica, la tensión de vivir en sociedades frágiles. No nos dejemos asustar por el adjetivo “apocalíptico”, hay más detrás para que cada lector reflexione.
Además, en tiempos de incertidumbre, su escritura —que está cargada de humor negro, ironía y empatía por los marginados— ofrece herramientas para pensar la catástrofe sin caer en la desolación ni en el simplismo. La Academia ya lo puso en palabras al destacar cómo reafirma el valor del arte en contextos de terror apocalíptico: leerlo es, en cierto modo, una forma de resistencia estética.
Un consejo práctico para acercarse a su prosa
No intentes “consumir” sus libros como quien hojea una novela de ritmo rápido. Con él se trata de dejar que las oraciones largas nos envuelvan. Leé en bloques, subrayá pasajes que te conmuevan, volvé atrás si sentís que te perdés. La recompensa no es la trama en sí, sino la visión que emerge cuando te permitís ver toda su obra en conjunto. La dificultad formal es también parte del proceso, del disfrute lector.
El Nobel de László Krasznahorkai no llega por moda, sino como una obra que desafía la lectura cómoda y ofrece a cambio la sensación de que la literatura aún puede iluminar las sombras. Si te animás a entrar a sus páginas, preparate para una experiencia exigente, punzante y, en el proceso, profundamente humana.




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