El conjuro 4: el capítulo final de los Warren
Más de 2000 millones de dólares recaudados desde el estreno de El conjuro, la película que rompió las expectativas del género en 2013, son la muestra de la solidez del universo construido por James Wan y Peter Safran en las últimas décadas. Esta semana, Vera Farmiga y Patrick Wilson hablan de esta nueva entrega, la cual será, también, la última película del icónico par.
Entrevistas e imágenes: cortesía de ROLA Entertainment.
Esta es nada menos que la novena entrega del universo cinematográfico diseñado por James Wan y Peter Safran, que inició hace ya 12 años. El conjuro 4: Últimos ritos ofrece otro emocionante capítulo protagonizado por Vera Farmiga y Patrick Wilson, quienes se reúnen por última vez para interpretar a los famosos investigadores de lo paranormal Ed y Lorraine Warren.
La película es descrita como una poderosa y escalofriante adición a la franquicia que ha roto las taquillas de todo el mundo, con un caso que promete sacudir los cimientos de los Warren, pues afecta a su hija, Judy. Este domingo, los propios protagonistas nos dan un adelanto de lo que encontraremos en cines a partir del 4 de setiembre.
¿Qué tienen Ed y Lorraine Warren que nos sigue cautivando?
Vera Farmiga (VF): – Creo que los Warren nos cautivan porque son una pareja épica. Nos hacen creer en el heroísmo y el sacrificio. Nos demuestran que, si abrazamos la compasión y ponemos en práctica nuestros dones especiales, podemos hacer del mundo un lugar más amable, gentil, amoroso y sagrado. Y los presentamos de forma muy idílica, pero también como una especie de ejemplo del mandamiento del amor.

Patrick Wilson (PW): – También creo que la forma en que se presentan estos personajes, nuestras interpretaciones de ellos, contrasta muy bien con la oscuridad de las historias. A pesar de lo tétricos que los relatos puedan ser, de lo fracturadas que están las familias y del drama que se crea con los casos que investigan, todo hace que su relación se consolide. Tienes esta relación heroica, idílica y amorosa. Eres capaz de conseguir todo eso mientras trabajan juntos, como orquesta. Es decir, cuanto más nos adentramos en la oscuridad, más luz encontramos. Esos momentos de frivolidad y amor, humor y química… Creo que por eso los Warren se han convertido en un espacio seguro. Nuestros Warren son eso.
¿Qué buscaba cada uno de ustedes en esta despedida de los personajes?
VF: – Últimos ritos es la última ceremonia, el último acto, el último vitoreo. Creo que esta historia en particular es un final apropiado para la historia de Ed y Lorraine, porque este demonio en particular contra el que están luchando tiene una venganza personal contra ellos dos que se remonta décadas atrás, ¿cierto? Y es particularmente vengativo, sanguinario, inductor a la muerte…
PW: – Grandes adjetivos. Eres muy buena en esto.
VF: – Un demonio macabro que no descansará hasta conseguir lo que quiere. Y lo que quiere es muy, muy personal.

PW: – Hacía falta esa historia para involucrar al público. Y creo que nosotros necesitábamos ver a los personajes tanto en condiciones de peligro como en momentos heroicos; pero también, vemos a estas dos personas de mediana edad reflexionar sobre el momento en el que se encuentran —como todos en algún punto— y preguntarse: “¿Qué estamos haciendo de nuestras vidas?”. Creo que es importante para Ed y Lorraine, cuando inician una nueva era con su hija, averiguar hacia dónde va ella y lo que significa sacrificarse tanto física como emocionalmente. Entonces, debíamos tener en cuenta todos esos temas y emociones. Es una pareja mayor, que mira a la juventud y hace un recuento de su vida: ¿Han logrado lo que querían? ¿Hay algo más? ¿O tal vez sea mejor que emprendan el viaje con el atardecer? Ese es el conflicto que queríamos lograr y creo que lo hemos conseguido.
¿Dónde están Lorraine y Ed al principio de la película?
VF: – Cuando nos encontramos con Lorraine y Ed, llevan varias décadas de carrera. A estas alturas ya han pasado por muchos casos sensacionales. Los han puesto en el reflector de atención y han tenido su parte de escrutinio y burla. Están desgastados de dar batalla, para ser honesta. Es un trabajo emocional el que hacen. Y, sin duda, el estrés ha tenido un costo real en la salud de él y su presión arterial, y en el bienestar general de ella. Es algo así como… el agotamiento del cuidador, cuando vas muy profundo en el cuidado de otra persona, de los demás. Es una fatiga general. Así que ella se toma un tiempo fuera y lo fuerza a él a tomarse este tiempo. Para ella, está en una pausa. Creo que Ed siempre quiere ir por el siguiente, el viejo aventurero. Pero Lorraine está en modo de autopreservación.

¿Cómo se manifiestan los dones psíquicos de Lorraine, en particular con respecto a Judy?
VF: – La verdadera Lorraine Warren me dijo que su capacidad psíquica tenía una especie de interruptor de encendido y apagado, y que podía encenderlo cuando lo necesitaba, o cuando quería. Era parecido a sintonizar una radio antigua en la que era posible mejorar o aumentar la señal o, simplemente, apagarla; realmente era una elección. Ahora, en la pausa que se ha autoimpuesto, el personaje de Lorraine baja la señal, el volumen está al mínimo. Hasta que recibe una primera imagen cuando menos se lo espera: mientras lava los platos.
Su hija Judy heredó la clarividencia, la capacidad psíquica. Lorraine sabe muy bien que se trata de un don que puede convertirse en una bendición o una maldición, según cómo lo aceptes y de tus sentimientos hacia ese talento. Y como toda madre, solo espera que su hija abrace ese don, que lo aproveche y crezca con seguridad en él. Que crea en su talento, tanto como ella cree en las habilidades de su hija. Pero hasta este punto de las películas, hemos visto que Judy es alguien a quien le asusta bastante.
¿En qué punto se encuentra la fe de Ed y su relación con Judy?
PW: – En términos de fe, no creo que haya flaqueado nunca. Eso es lo que tiene Ed: es muy constante. Me parece que está asustado por sus problemas de salud después de su ataque al corazón. Ciertamente, para un tipo como él, chapado a la antigua, un hombre que se hace cargo de su responsabilidad con su familia y su esposa, le acongoja eso. No quiere que su salud sea un problema. Personalmente, me parece que a él le gustaría estar ahí fuera, pienso que eso lo mantiene vivo, pero también sabe lo que le cuesta a Lorraine.

VF: – Pero ellos forman un gran equipo colaborativo y también saben que no pueden hacer esto el uno sin el otro.
PW: – No, ciertamente no pueden. Realmente, Ed solo camina por la habitación. Probablemente, ella podría hacerlo sin él. Seamos honestos. Pero en términos de Judy, creo que es muy protector. Él no es clarividente y no creo que haya sido realmente consciente de la incipiente habilidad de su hija. Estoy seguro de que lo han discutido, pero él no puede más que empatizar. No sabe lo que se siente. Muy probablemente esté más preocupado por Tony y porque ella encuentre a la persona correcta para su vida. Ed es mucho más práctico, porque es un tipo de la vieja escuela. Y eso también es divertido. Siempre me parece interesante interpretar a alguien que es firme en sus creencias, sus tradiciones y su código moral, y cómo mantenerse fiel a eso. Especialmente cuando están en desacuerdo entre ellos.
¿Cómo se combina todo esto y los lleva a este caso?
PW: – Bueno, nos involucramos sin desearlo en este asunto. Nos damos cuenta de que nuestra prioridad número uno es Judy. Lorraine descubre que está en problemas. No podemos encontrarla y se ha vuelto insolente, supongo, a falta de un término más elocuente. Ha entrado en casa de esta familia que necesita desesperadamente ayuda. Nuestra prioridad es ella, a diferencia de otras películas en las que hemos entrado y, tal vez, incluso ayudado a regañadientes. Esta es una historia muy diferente.

VF: – En todas las otras películas, Judy no ha aceptado su don; esta es la primera vez en la que la veremos explorarlo y no huir de él. Como padres que crían a una adolescente típica, la entrenan de tal forma que se convierta en una mujer valiente y fuerte. Pero en este caso, también está el otro aspecto de entrenarla en su clarividencia. Hasta ahora, Lorraine le ha proporcionado una forma de salir de ella, de disminuirla y desconectarla, que tiene que ver con la respiración y los mantras. Esta es la primera vez que la veremos tomar el control de sí misma. Para Lorraine, en muchos sentidos es como ejercer los últimos ritos de la maternidad. Es como si quitara sus manos del volante para dejar que Judy conduzca sin su ayuda. Han protegido a Judy película tras película. Es ese instinto paternal arraigado en nuestro ADN psicológico.
PW: – Para mantenerla alejada de esto.
VF: – Lo que quiero decir es que… ambos somos padres. Lo sabemos muy bien. Llega un momento en que te das cuenta de que, a menos que estés dispuesto a dejar que tus hijos experimenten algún tipo de fracaso, no van a desarrollar habilidades para la vida como determinación, coraje, resistencia o resiliencia, necesarios para prosperar en el gran viaje de la vida. Y eso es con lo que estos dos se encuentran. Es duro hacerlo. Proteger a tus hijos es parte de la descripción del trabajo como papás, pero aprender a soltar… es con lo que Lorraine realmente lidia esta vez.

¿Qué se siente concluir esta saga, sabiendo que estas historias pueden continuar?
PW: – Personalmente, es muy duro comprenderlo. Me es difícil asimilar el momento. Es decir, la monja no era un personaje central en la segunda película y, de repente, tienes dos filmes muy exitosos y la gente ama el personaje. Supongo que lo que quiero decir es que, nunca sabes hacia dónde van estas cosas. Entonces, estoy emocionado y espero que continúe de alguna manera. Pero puede que no sea de la forma en que la gente lo espera. ¿Es extraño? ¿Tú qué crees?
VF: – Yo solo estoy llena de gratitud. De verdad. Esto ha sido extraordinario y estoy orgullosa: de nosotros, de lo que esto ha conseguido y, sí, es una buena sensación.
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