Miguel Narváez es cantante, compositor y productor musical, además de padre. Es una de las mitades del dúo de música folclórica fusión con jazz y blues Purahéi Soul.
Dos palabras que te definan: Músico soñador.
Un libro o película que te haya marcado: 7 Cajas.
Tu comida favorita: Paella.
Tu destino nacional preferido: Salto Suizo.
Alguna fobia o miedo inusual: A los pelos sueltos y las pestañas postizas.
¿Cómo empezó el proyecto musical de Purahéi Soul?
Le conocí a Jenni Hicks cuando seguía el cursillo para la licenciatura en Música en FADA UNA en 2013. Me gustó cómo cantaba y le propuse hacer un dúo.
Como artista, ¿qué significa para vos expresar tu talento dentro del sonido folclórico?
Como artista me siento privilegiado. Estamos en un momento muy lindo con Purahéi Soul. Es una búsqueda constante del sonido folclórico y otros estilos foráneos también. Nunca dejamos de explorar ni de estudiar. Lo hacemos con mucho respeto.
La música te llevó a recorrer el mundo. ¿Cuál fue el concierto más memorable?
Mi concierto más memorable fue en el Blue Note de Tokyo (Japón).
Si tuvieras una máquina del tiempo, ¿cuándo y a dónde te gustaría ir?
Volvería al abrazo de mi mamá. No tomo mate, pero lo tomaría por y con ella.
¿Qué es lo más hermoso que escuchaste en toda tu vida?
La canción Princesa Soraya, de Luis Alberto del Paraná y los Paraguayos, que grabó con una orquesta sinfónica.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Todo el tiempo me tomo una pausa, es importante hacerlo. Para respirar, sentirse vivo y entender por dónde estamos caminando.
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