Un encuentro de las infancias con la historia del país
Hoy te contamos sobre el libro escrito por Ana Barreto Valinotti y editado por Ivonne Petersen, una compilación de hechos históricamente rigurosos y narrados en primera persona. ¿El objetivo? Acercar a las infancias las hazañas de las pioneras que marcaron hitos en nuestro país, en un material diseñado con todos los cuidados estéticos que garantiza una lectura amena.
Por Patricia Luján Arévalos. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Camila Riveros. Productora: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez. Ilustración de la tapa de Pausa: Mag Ruhig, gentileza de Santillana.
La relación de Ana Barreto Valinotti e Ivonne Petersen se remonta a un par de décadas atrás. Estudiaron la carrera de Historia en la Universidad Católica de Asunción y luego tomaron caminos separados, pero nunca se desconectaron por completo.
Ivonne siguió los pasos de Ana como historiadora, divulgadora y autora. Cuando el equipo editorial de Santillana, lugar donde se desempeña como gerente general, tuvo la idea de reunir en un solo tomo las historias de mujeres paraguayas destacadas de distintos ámbitos, estaba segura de que solamente Ana podría concretar el ambicioso proyecto. “Siempre admiré mucho su trabajo como profesional y su visión de la historia, esa mirada sensible, estética, que no todas las veces es parte de este oficio. Entonces, yo sabía que con ella lograría esto, porque no es una tarea sencilla ser historiador, por un lado, y escritor, por el otro”, explica Ivonne.

Una chispa compartida
La idea de un libro que tratara de mujeres, orientado a niños y niñas, ya existía en la mente de Ana; era como una meta a largo plazo, que “haría algún día”, pero hasta entonces no había avanzado en esa dirección. Quizás, porque veía la terminología como un obstáculo: “Era algo que siempre estaba en mi cabeza, pero sentía que no podía encarar sola. Al no manejar el lenguaje infantil o no estar en contacto con docentes, me costaba. Era consciente de que tenía que hacerlo, pero no tenía idea de cómo. Cuando me reuní con Ivonne, ella sí sabía”.
“Existe toda una corriente de libros dirigidos a niños y a niñas, en especial, con biografías de mujeres. Eso también nos inspiró. Vemos que hay un subgénero de estas publicaciones”, cuenta Ivonne. Todo comenzó con Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes y el fenómeno no paró desde aquella primera publicación. Mujeres extraordinarias del Paraguay viene a ser una heredera de esa tendencia, una que fue muy bien recibida en nuestro país.
“Tenemos un respeto irrestricto a las fuentes. Cada línea en este libro está confirmada bibliográficamente. Y, además, con documentos originales”
Ana Barreto Valinotti, historiadora, investigadora y autora.
Era la primera vez que Ana encaraba un proyecto infantil, un público con el que nunca tuvo contacto porque aunque sí enseña, no lo hace a nivel secundario. Era importante poder presentar sus palabras de una manera clara y sencilla para que resultaran atractivas también para los varones, no solamente las niñas.
En medio de todo este proceso, quedó claro que ambas buscaban lo mismo: publicar un texto de historia que se convirtiera en material de consulta y de apoyo escolar, incluso. Por todo esto, la rigurosidad histórica fue clave. “Tenemos un respeto irrestricto a las fuentes. Cada línea en este libro está confirmada bibliográficamente. Y, además, con documentos originales. Por más que su meta sean los niños y niñas, las dos nos propusimos ser absolutamente fieles a la documentación”, asegura Ana.
Ella, Ivonne y todo el equipo emprendieron juntos una aventura que combina palabras, ilustraciones y una misión que se tomaron muy en serio: acercar a niños, niñas y jóvenes historias en las que se vieran reflejados y sirvieran como la chispa de ignición en sus propias vidas.

En primera persona
El proceso editorial es largo y complejo. Para Mujeres extraordinarias del Paraguay, duró alrededor de un año, desde los primeros pasos hasta el material final. El trayecto involucra a editores, diseñadores y artistas, y se hacen cambios tras cambios hasta encontrar el punto óptimo. En este caso, una de esas modificaciones involucró la decisión de cambiar la perspectiva narrativa de la tercera a la primera persona.
Si bien Ana, como escritora e investigadora, e Ivonne, en su rol de editora, definieron cada mujer que formaría parte del volumen 1 (porque sí, tendrá un volumen 2) y el enfoque, el texto involucra a varias personas. “Una vez que vimos cuáles eran los nombres que nos interesaban, empezamos a pensar en el registro que debería tener, el uso de palabras y frases, cómo construir la narración”, explica Ivonne.
“Hay muchos chicos a los que les gustan estos relatos cuando son pequeños o les interesa la historia nacionalista, pero no los ven como algo con lo cual identificarse»
Ivonne Petersen, editora y gerente general de Santillana.
A lo largo de su trayectoria editorial se dio cuenta de que la historia es un caso particular al momento de trasladarla al papel. “Depende mucho del escritor, pero puede ocurrir que suene muy fría, lejana, especialmente para un niño, ¿no? Hay muchos chicos a los que les gustan estos relatos cuando son pequeños o les interesa la historia nacionalista, pero no los ven como algo con lo cual identificarse”, reflexiona Ivonne, y agrega: “Los chicos no se sienten realmente identificados con la historia. Entonces, narrar en primera persona nos daba esa oportunidad”.
Fue una sugerencia de la editora Waleska Sucrea partir de la relectura de la biografía de la pilota Berta Servián, parte del circuito que recorrió este proyecto. Esto dio pie a lo que hoy tenemos en nuestras manos. “Yo nunca escribí en primera persona. Nunca. Es más, siempre dije que eso era literatura, no historia. Cuando Waleska pasó la biografía de Berta a primera persona, después de haber leído entrevistas que le hicieron a ella y artículos que aparecieron en la prensa, sentí como si fuera ella misma la que me estaba hablando”, cuenta Ana. Al principio, la autora se resistió, pero con el tiempo se convenció de que sería el mejor camino, especialmente considerando que el rigor histórico primaba desde el comienzo.

En este punto tomaron la decisión de involucrar a un lector, una persona totalmente ajena al equipo editorial. Una adolescente de 13 años recibió ambas versiones y dio su veredicto. “A esta chica yo la he visto leer muchas cosas y la historia del Paraguay no era de sus favoritas, pero esta narración [de Berta Servián] sintió que fue creada para ella. ‘Esto está escrito para que yo lo pueda entender, para que yo lo pueda sentir’, nos dijo […] Ahí pensamos: ‘Esto va a funcionar’”, recuerda Ivonne.
El componente visual
“Se podría dividir el libro en tres partes en cuanto a la parte gráfica”, dice Ivonne. La editora explica: “La primera tiene que ver con las ilustraciones de tipo iconográficas; luego están las de página completa, donde aparece la ilustración de la protagonista; y, después, tenemos las composiciones fotográficas: fotografías históricas, reales, que están relacionadas con esas mujeres”.
Las ilustraciones iconográficas y composiciones fotográficas fueron hechas por Josema Ferreira, diseñador de Santillana, mientras que las de página entera las comisionaron a Mag Ruhig, Analía Marchi, Regi Rivas, Adriana Rojas y Carolina Vinader.

La selección de colaboradoras fue intencional y obedece al deseo editorial de contar con ilustradoras para crear las representaciones de las protagonistas de este primer tomo. “Solo les dimos la biografía completa y les pedimos su interpretación”, agrega Ivonne.
La rigurosidad bibliográfica estuvo presente en todos los aspectos de este material y la parte gráfica no se salvó del escrutinio de estas dos historiadoras. Sumamente puntillosas, Ana e Ivonne se detuvieron en cada línea, en cada píxel, para señalar las discrepancias históricas y corregir los detalles visuales. Desde la imposibilidad de que una mujer llevara el cabello suelto en público en el siglo XIX y el tipo de ropa que tenían permitido vestir, hasta la posición de los nudos en un delantal o el lugar donde se prendía el broche a inicios del siglo XX.
Son estos los detalles que terminan de cerrar el concepto y darle credibilidad. Muchas veces, un equipo puede no ser consciente del propio sesgo, y ahí es donde las múltiples miradas se unen para pulir el producto final. ¡Y qué producto final!
La primera persona es poderosa, es impresionante porque la gente se olvida de que vos escribiste. Yo ya no soy Ana Barreto, la historia que están leyendo ya no la escribí yo. Es Elisa Lynch la que les está hablando, es Rosa Peña”
Ana Barreto Valinotti, historiadora, investigadora y autora.
Una gran audiencia
En retrospectiva, es posible que subestimaran el alcance de este proyecto, pero una vez publicado, encontraron lectores en lugares que no esperaban. “Todo el tiempo pensamos que era para niños, hasta que estuvo impreso. Entonces, mi mamá me dijo: ‘Yo no sé por qué creés que este libro es para niños, porque yo entiendo’. Y al final […] los adultos tienen otra lectura, que nosotros no pensamos que fuera posible”, comenta Ana Barreto Valiontti.
No era el público meta; sin embargo, los adultos se sienten interpelados. Ana e Ivonne especulan que puede tener relación con el desconocimiento de alguno o algunos de los 14 nombres que conforman la selección, o quizás sea porque aunque sí reconocen los nombres, estos lectores no saben qué hicieron esas mujeres.

Hay que reconocer que aunque existen materiales de referencia para investigar sobre estas protagonistas, no hay un único lugar en el cual encontrar reunidas y resumidas sus vidas, con un lenguaje didáctico y abierto. Para algunos, tiene un componente de cotidianeidad: Ana recibió comentarios de personas que estuvieron ahí cuando Digna Escurra llegó al puerto de Itá Enramada luego de nadar desde Concepción y que, a pesar de haber sido testigos de ese hito, lo normalizaron; recién ahora, al mirar atrás, aprecian la magnitud. La autora está fascinada con la cantidad de testimonios similares que recibió desde que se lanzó Mujeres extraordinarias del Paraguay.
Reconocen que hay un poder en la voz de la primera persona. En un evento que reunió a 300 docentes y estudiantes de formación, Ana dio una charla sobre la importancia de conocer a las grandes paraguayas del siglo XX y decidió leer una de las biografías. Pero ¿cuál? Hay nombres muy famosos, como el Josefina Plá, y aunque ella consideraba que sería una “figurita repetida” para su público, se encontró con una sorpresa; pensó que la gente se aburriría, pero esa tarde descubrió dos cosas: que hay bastante desconocimiento sobre Plá y sus contemporáneas en la población más joven, y que, al empezar a narrar, captó la atención absoluta de los presentes.

“Al final de la presentación, Ana dijo que quería leer la historia de Josefina Plá. Con mucha elocuencia, obviamente, lo hizo. Y yo miraba al público y había gente que se secaba las lágrimas”, relata Ivonne. “La emoción vino cuando escucharon a Josefina hablarles. Fue como si se materializara. La primera persona es poderosa, es impresionante porque la gente se olvida de que vos escribiste. Yo ya no soy Ana Barreto, la historia que están leyendo ya no la escribí yo. Es Elisa Lynch la que les está hablando, es Rosa Peña”, agrega la investigadora.
Fue otro pequeño momento de validación, la confirmación de que sus mentes —y corazones— estaban en el lugar correcto. Porque su intención, finalmente, es establecer un puente entre la gente y los personajes, darles un espacio para que las mismas protagonistas de la historia de nuestro país hablen y sean escuchadas.

En este primer volumen se encuentran las excepcionales biografías de Silvia Cordal Gill, sobreviviente de guerra; Elisa Alicia Lynch, compañera y madre; Rosa Peña de González, docente; Adela Speratti, maestra; Serafina Dávalos, abogada; Enriqueta González, guitarrista y compositora; Raquel Livieres de Artecona, cocinera y escritora; Concepción Leyes de Chaves, escritora y política; María Victoria Candia, enfermera; Josefina Plá, escritora y artista plástica; Berta Servián, aviadora; Branislava Susnik, arqueóloga y antropóloga; María Chiquitunga Guggiari Echeverría, religiosa; y María Digna Escurra, nadadora.
Este material no es ni pretende convertirse en una enciclopedia; es el punto de partida para la curiosidad de los lectores de todas las edades. Mujeres extraordinarias del Paraguay 2 ya es un trabajo en proceso, que llegará a tu librería favorita en algún momento del 2026. La fecha exacta la vas a encontrar en Pausa más adelante, pero mientras tanto te invitamos a seguir investigando sobre los nombres que forman parte de este significativo proyecto editorial.
HOMENAJE A LA CIENCIA
Algo que tuvieron en cuenta desde el principio fue que no querían poner rostros en la portada del libro. “No íbamos a colocar la típica ilustración de las grandes mujeres”, subraya Ivonne Petersen, de la editorial Santillana. Fue entonces cuando Ana Barreto Valinotti aprovechó para hacer su propio pedido. “Me gusta mucho el dibujo botánico, porque detrás hay ciencia: estudiar la raíz, el fruto, la semilla, los pistilos; requiere de tanta observación, rigurosidad y arte”, comenta la autora, por su parte. Lo ve como un mensaje potente y apropiado no solo para el tema que tocan, sino también para los tiempos que corren. La ilustración de tapa, obra de la artista Mag Ruhig, tiene flores nacionales, como la pasionaria (flor de maracuyá) y el azahar.
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