El curso introspectivo de un río en calma
El cantautor y productor cataliza sus experiencias personales en Declarado Culpable, su último trabajo de estudio. En un revelador encuentro con Pausa, nos cuenta todo sobre su proceso creativo, sus desafíos y lo que lo inspiró a lanzar este nuevo disco.
Por Leticia Ferro Cartes. Dirección de arte y producción: Sandra Flecha. Dirección de producción: Camila Riveros. Fotografía: Javier Valdez. Prendas y accesorios: Mango y Forever 21. Locación: Esplendor by Wyndham Asunción.
En Declarado Culpable, Luigi Manzoni se asoma a un río en calma. No hay una tormenta en ciernes; es más, el agua ni siquiera está picada. Su superficie solo nos devuelve un leve movimiento con una imagen: la suya. En ese reflejo, proyecta algo más que la nostalgia. Confiesa que el disparador parte de una situación personal: una ruptura. Esta fuerte carga sentimental lo llevó a escribir Arrancámelo (No era el plan), que se convirtió en el punto de partida y primera canción del disco.
Sin embargo, tuvo que abandonar el plan de lanzarlo solo como single. El momentum emocional lo llevó a seguir componiendo. “Sin querer queriendo salieron seis temas más. Entonces se completó el álbum. Me di cuenta de que tenía cosas que contar… Escribo desde lo que vivo y experimenté la necesidad de descargar lo que sentía”, remarca.
Si bien el duelo de una relación fue el punto de inflexión, Luigi abarcó otras cosas que lo interpelaban en ese momento: “No solamente escribí de una ruptura amorosa, sino también de cuestiones como la música en la industria, cómo me sentí en este tiempo, cuestiones que tienen que ver con la personalidad artística, esta vida paralela del productor que trabaja con otros artistas y también con sus propias canciones”.

El reflejo como encuentro con uno mismo
En su último trabajo hay una búsqueda silenciosa de comprensión, un deseo de mirarse sin apuros, de reconocerse en lo que quedó, de reafirmar las cosas que permanecen y que son importantes para él. Más allá de lo que no fue y sin entrar en reclamos, toma un camino catártico para entregar seis canciones (y una intro) que radiografían un instante preciso en su vida personal y su camino como artista.
Cuando las luces se apagan, el cantante que es figura pública se retira y aparece el Luigi que observa desde la orilla. Declarado Culpable revela ese cruce: un territorio donde el mostrarse ya no es espectáculo, sino escrutinio. “La exposición no siempre es luz, es a veces una lupa”, canta en Eco, y esa frase condensa el lado B del escenario, el que como espectadores no vemos: la conciencia de que exhibirse también implica verse con más nitidez, con más crudeza, pero también con más sinceridad.
El disco nace de ese momento íntimo en que el reflejo le devuelve algo que no puede disimular, cuando la calma del agua revela lo que su brillo ocultaba. Es un ejercicio honesto de introspección, donde cada canción parece surgir del acto de observarse a sí mismo en la superficie, sabiendo que el espejo puede ser una forma distinta de entender la verdad que llega cuando el ruido desaparece, las luces se apagan y el cauce se aquieta. “Es un disco conceptual que arranca un poco más crudo y directo al comienzo, y después como que se va liberando”, subraya.

Los temas examinan contradicciones que se mueven entre la necesidad de ser oído y la de resguardarse del eco que deja la exposición (“vivo entre dos deseos: el de llenar estadios y el de borrar todo mi rastro”). Esa dualidad se percibe tanto en la escritura como en la música: los ornamentos se notan más en los arreglos que en las letras, que tienen un carácter humano, sencillo y confesional.
Así, este trabajo funciona como puente entre esos dos impulsos: el de expresar los sentimientos y el de meditar sobre lo que sucedió. No reniega de la dimensión pública de su propuesta, pero tampoco oculta la profundidad de sus pensamientos. Todo deja una marca, y estos cruces funcionan como motor creativo para Luigi. Es ahí donde la música aparece como el punto donde ambos deseos confluyen sin anularse. En lugar de resolver esta aparente contradicción, él la asume como parte de su identidad: canta desde esa frontera donde su voz se expande al público, pero también se vuelve hacia adentro y busca el silencio (o, tal vez, la introspección) que le da sentido.
Un sonido sincero
En contraste al gran camino de contemplación enfrentado para crear el material, fue el disco que menos tiempo les tomó hacer a Manzoni y a sus colaboradores. Aproximadamente pasó un mes desde la creación de las canciones. La premisa en el estudio fue reflejar los temas con honestidad y crudeza. “Esto fue parte del concepto a la hora de grabar con los artistas, tener ese retrato crudo de cómo vivíamos el momento, porque muchos de los músicos son como una familia con la que convivo todo el tiempo. Y acá en el estudio vivieron muy de cerca conmigo lo que estaba pasando. Ellos dejaron un poco esa intención también en la música”, cuenta. Algunos de ellos llevan trabajando con él más de 10 años, lo que explica esa conexión cercana.

Así como la situación que dio origen al disco no fue planeada, Declarado Culpable tampoco lo fue. De su quehacer como productor que trabaja constantemente con artistas, Luigi admira la capacidad que estos tienen de escribir e improvisar sobre lo que piensan, incluso sobre cosas que no están viviendo. Sin embargo, le es difícil abordar de forma similar sus propias canciones. “Me cuesta muchísimo. Yo creo que debo tener algo muy adentro para poder escribir sobre eso… es como que eso toma el control, me domina. Y al final, es eso lo que sale”, revela.
Ser fiel al concepto se percibe tanto en su actitud como en la de sus colaboradores, y considera que tener frescos los sentimientos fue un aspecto fundamental para lograr la crudeza que buscaba. “Recuerdo cuando empezamos a plasmar el disco, era un feriado y no estaba muy bien de la voz. Parte de la idea de este material era que grabáramos así como estábamos, para que fuera un retrato fiel del momento y que quedara para siempre”, cuenta. Así que más que apuntar a la “perfección”, eligió otro camino: el de un sonido menos pulido, tal vez, pero más honesto.
Una muestra de esta búsqueda puede verse en el aporte del guitarrista Karim Manzur (Villagrán Bolaños, La de Roberto, Iván Zavala) en la canción Arrancámelo (No era el plan). Luigi revela que parte de la idea de su solo fue justamente desafinar, “que fuera como un momento desgarrador, que los tonos no llegaran, que se pasaran. Él lo interpretó como se ve en el documental que hicimos, en donde intenta como romper su guitarra mientras está tocando. O sea, toma la palanca y la maltrata… Se escucha toda esta rabia acumulada en un momento clave”.

Este doble rol de productor e intérprete/cantautor planteó una desafiante encrucijada que puso a prueba los límites de Luigi para ceder o tomar el control en el estudio, al momento de grabar. En esta oportunidad, encaró el desafío guiado por sus impulsos iniciales. “Últimamente vengo adoptando esa iniciativa como lema: las primeras tomas de una grabación son las que por intuición te pide la canción”, asegura y continúa: “Entonces no me enrosco mucho en la idea de grabar 30.000 tomas y ver cuál queda mejor o perfecta. Me quedo con la que me hace sentir algo, más allá de que tenga microdesafinaciones o cosas que editar después o corregir más en detalle. Para mí es importante atravesar este momento y cantarlo con esa emoción”, describe.
Ciertamente, las canciones se revelan como escenas interiores, construidas con arreglos sobrios y una producción que privilegia el espacio y el silencio. La voz, contenida y cercana, no busca imponerse, sino comprenderse: suena como la de alguien que se escucha a sí mismo mientras canta. En esa calma acústica, la lupa de la exposición se transforma en espejo, y el reflejo, en una forma de conocimiento.
La propuesta agrupa baladas rock descarnadas como No era real y Arrancámelo (No era el plan), canciones folk con elementos estilizados de ritmos folclóricos paraguayos (como la polca) en Silencio en llamas y Desborde (Tanto equipaje), y otras con destellos pop como Frases de bolsillo y Eco. Todas ellas parecen buscar los restos, los reflejos y las verdades que solo aparecen cuando la superficie se calma.

Más allá del sonido
La dimensión audiovisual cobra un lugar especial en el universo creativo de Luigi Manzoni. Para lograrlo, el músico colabora con Enmanuel Lezcano, director creativo con quien ha construido un lenguaje (textual y visual) que acompaña y expande su obra musical, como ya hicieron en Canciones Inestables, su anterior placa. “Enma fue una pieza clave en todo el proceso”, cuenta Luigi. “Yo estaba pasando por una etapa emocional muy intensa, quería grabar el disco con esa crudeza, que fuera una fotografía de lo que viví. Él me ayudó a condensar un poco eso que estaba sintiendo, además que entendía mucho el contexto de toda la situación”, detalla.
Esa mirada conjunta se extendió al proceso conceptual e influyó en los nombres de las canciones, el título del disco e incluso en la elección del tono del lanzamiento. La colaboración plasmó lo vivido en el plano visual, lo dotó de cuerpo y contexto.
Música que se ve
Más allá del lanzamiento del disco en formato digital, el universo se completa con materiales visuales que narran el proceso, la emoción y la interpretación de cada canción, en una labor capitaneada por Barraco Films. Mario Amarilla dirigió varios materiales que recorren el proceso en su totalidad, desde las sesiones de grabación y el backstage hasta un cortometraje que recorre el álbum entero.

El shortfilm permite escuchar la placa completa con imágenes que refuerzan la experiencia emocional y conceptual, a través de una potente narrativa visual en blanco y negro. En YouTube: Declarado Culpable Luigi Manzoni – (Full Album 2025).
El documental muestra el proceso de creación: grabaciones en estudio, decisiones artísticas, desarrollo conceptual y el acercamiento del equipo creativo. En YouTube: Declarado Culpable (Documental). El backstage ofrece un vistazo a la realización del videoclip del single principal, muestra el detrás de escena y el quehacer del equipo audiovisual. En YouTube: (BTS) Videoclip – Declarado Culpable – Luigi Manzoni 2025.
Este entramado no busca solo acompañar la música, sino ofrecer una experiencia más inmersiva y reflexiva. “Queríamos que no se quedara en un lanzamiento digital más”, explica Luigi, “sino que tenga un sentido más amplio, una forma de volver a descubrir los discos como obras completas para ser escuchadas con cierto orden”.
Punto y aparte
Ese intento de recuperar el gesto de escucharlos de principio a fin se vuelve, también, una declaración de intenciones. En tiempos de atención y consumo fragmentados, invita a detenerse y experimentar el recorrido entero. “Si hay un mensaje, sería volver a descubrir materiales de esta forma. Por lo menos, personalmente, me gusta hacerlo. Me tomo un tiempo especial para eso”, sostiene. Para el cantante es importante hacerlo así, ya que es la manera en que descubrió la música.

El río sigue su curso, y él también. Declarado Culpable fue el cauce necesario para atravesar una etapa y dejarla fluir. Hoy, Manzoni está en otro punto del recorrido: colabora, produce y comparte su energía con otros artistas. “Este año fue récord para mí. Trabajé en 12 discos, proyectos hermosos como los de Entre Hojas, Funk’chula, con Emiliano de No Te Va Gustar, Kchiporros, Tierra Adentro…”, cuenta con gratitud. “En momentos como este me siento muy bien. Defender la misma sensación del disco hoy sería un poco contradictorio con lo que vivo ahora”, sostiene.
Este álbum le permitió cerrar un ciclo, y para él “fue hermoso reinterpretarlo en vivo, compartirlo, leer historias de la gente que se sintió reflejada. Generó conversación… Leí un montón de puntos de vista, hasta cosas personales. De eso se trata”.
Hoy, las canciones ya no le pertenecen del todo. La calma de la corriente deja ver la verdad, en
su quietud transparente. Luigi Manzoni sigue moviéndose, dejando que el cauce lo lleve hacia su próxima orilla.




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