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Dr. Parrilla

Entre el metal y el fuego

Un joven, un interés, una idea y mucha resiliencia. La historia de Samuel García, creador y propietario de Dr. Parrilla, no es distinta a la de muchos emprendedores. Hoy, habla desde la experiencia de dirigir una empresa consagrada dentro y fuera del país.

Por Patricia Luján Arévalos. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Una pasión puede generar distintas oportunidades. En esta misma edición te contamos de cocineros que convirtieron su hobby de asaderos en emprendimientos gastronómicos. Samuel García hizo de su amor por la parrilla otro tipo de proyecto, y hoy es un referente en todo lo relacionado con su creación, diseño e instalación, tanto dentro como fuera de Paraguay.

Pero antes de contarte sobre el crecimiento de esta empresa nacional y todas las parrillas que ha instalado en el mundo, vayamos a donde empezó todo.

Resiliente

La resiliencia es la cualidad que, por default, todos los emprendedores deben tener. Algunos ya vienen con el chip puesto, otros van desarrollando esa virtud con el tiempo, a fuerza de ensayo y error.

Samuel García viene de una familia muy trabajadora y unida. “Esa es mi base para el día a día. Ser ordenado y respetuoso ante todas las personas que me rodean”, explica el creador y propietario de Dr. Parrilla. En su faceta empresarial trata de balancear el realismo y el optimismo, siempre enfocado en la resolución de problemas y en tomar las adversidades con un grado de buenos ánimos.

Cuando habla del ritual del asado, no se enfoca en la comida, precisamente, sino en el factor social: “Te juntás con amigos, familiares o quien sea; siempre tenés algo para contar o escuchar. Eso es lo que a nosotros, los paraguayos, nos hace diferentes: el poder compartir y dedicar tiempo a lo que realmente importa”.

“Para mí es sagrado el domingo con papá. El tiempo de hacer las brasas, calentar la parrilla. Eso me enamora, con el clima que sea o la bebida que requiera”, agrega. Aún es el encargado de cocinar, como siempre. Sus cortes son tan bien recibidos por amigos y familiares que se hizo frecuente una pregunta: “¿Por qué no te dedicás al catering?”. Pero se enfocó en el diseño y la construcción porque desde niño le atraía crear: “Me gustaba explorar. En la industria hallé mi lugar, pues sé que fabricamos las mejores parrillas del país. Para mí, eso realmente es una bendición de Dios”.

Vislumbró la oportunidad cuando trabajaba como ayudante en una herrería. Tenía 17 años, vivía en Córdoba (Argentina) y se dedicaba al fútbol. “Mi noción sobre metales en ese entonces era nulo”, recuerda entre risas, y agrega que la comprensión llegó con la experiencia: “A medida que fue pasando el tiempo, entendí más y eso me ayudó a crear, jugar con los materiales, por así decirlo”. Fueron los primeros pasos para fabricar la carta de productos que ofrece hoy.

Una vez de vuelta en Paraguay, se enfocó más en la iniciativa. “Inicié con una herrería, un auto pequeño y unas máquinas básicas; hacía portones, reparaciones o lo que fuera. En algún punto tenía que empezar”, comenta.

Combinó su amor por la carne con su habilidad con el metal, y nada lo paró. Una década atrás, “nadie fabricaba las parrillas que hoy hacemos, así que creé una y empecé a mostrar a amigos, conocidos, excompañeros de fútbol. Trataba de explicarles que podían hacer sus asados en un ambiente cerrado”. El boca en boca también fue un factor decisivo, y aunque tuvo fe en su trabajo desde el comienzo, Samuel jamás imaginó que llevaría sus productos fuera del país.

Samuel García. Fotografía: Fernando Franceschelli.

Su primera entrega con el sello de Dr. Parrilla fue en noviembre de 2016, exactamente nueve años atrás. El nombre de la empresa lo eligió su papá porque siempre veían parrillas feas y deterioradas; entonces, “¿por qué no un doctor que solucione el problema de raíz?”.

Hoy es un referente dentro de la industria metalúrgica, pero ¿cómo se consigue ocupar un lugar así, en un mercado competitivo? “Con mucho trabajo, dedicación y, sobre todo, visión. Necesitás saber dónde poner la plata; las maquinarias de metalúrgica son bastantes costosas y más si hablamos de tecnología de punta. A la hora de invertir, se requiere bastante análisis”, explica.

Calidad de renombre internacional

Samuel está recién llegado de aguas internacionales. Acaba de regresar de instalar un equipo en Serbia, su cuarto producto en Europa. “Cuando nos contactaron, pensamos que era una estafa o algo así”, dice riendo, todavía incrédulo. “Como sabía que es muy lejos, pensé: ‘¿En Europa del Este?’. Incluso me metí a Google a ver dónde estaba. Fuimos hablando y ya estaba seguro de lo que iba a hacer”.

Hoy, puede decir que existe una parrilla suya a 10.000 km de Asunción. Está en Backa Topola, cerca de la frontera con Hungría. Un paso decisivo en su consolidación como una marca global, que demuestra que hay muchas formas de asar la carne y que se puede hacer en interiores sin sacrificar ningún tipo de comodidad.

La primera vez que Dr. Parrilla cruzó las fronteras fue con destino a Buenos Aires (Argentina) y luego, a Medellín (Colombia): “Esas dos ocasiones fueron tremendas experiencias porque, al salir del país, ver otra gente y otras fábricas (porque nos faltaron piezas en ese entonces), me di cuenta de que nuestra planta de producción en Paraguay está bastante avanzada. Podía competir en cualquier parte del mundo”.

Sus primeros clientes internacionales llegaron porque vinieron a Paraguay y probaron el asado en un ambiente cerrado. “Eso les gustó, les pareció innovador y les llevó a invertir en sus quinchos”, menciona.

Estos pedidos siempre traen su dosis justa de duda o preocupación, pero más allá de eso, lo que se gestó en su estómago fue emoción. “Eso era lo que buscaba y estaba esperando. Fue un lindo desafío, y cuando lo lográs, sabés que estás haciendo bien las cosas”, agrega. Hasta ahora, cuando recibe un pedido internacional, todas las partes que componen sus productos están hechos con mano de obra 100 % paraguaya.

Pero un pedido de esta envergadura presenta sus propios retos: “El mayor desafío de instalar una parrilla en el extranjero es el costo para los clientes. Luego, el empaque, porque tenemos que asegurar que no se dañen las piezas. Pero no es nada que no se pueda resolver. La principal diferencia es que debo llevar sí o sí la mano de obra, pero ese costo lo asume el comprador”.

Fotografía: Fernando Franceschelli.

La atención al detalle es un factor decisivo para el éxito. Samuel no deja nada a la suerte y por eso solo confía en su propio staff. El equipo de Dr. Parrilla que viaja a los distintos puntos del globo (recientemente Sevilla, por ejemplo) consiste en dos personas, necesariamente. Samuel se encarga de asegurarse de que todo salga de acuerdo con lo esperado y lleva consigo a un profesional de su empresa, algo que los instaladores ven como un premio, una oportunidad de ampliar sus horizontes y probarse a sí mismos en un escenario completamente nuevo.

En alza

Todavía no pasaron 10 años desde la venta de aquella primera parrilla con el sello de la empresa, pero los éxitos siguen llegando. Hoy genera una veintena de puestos de trabajo y Samuel García cuenta que Dr. Parrilla ha creado, en promedio, un crecimiento equivalente al 215 % anualmente. “Y nos estamos expandiendo”, acota.

¿Dónde se encuentra lo nuevo cuando hablamos de la fabricación de parrillas? “La innovación está en el sistema de aislamiento. Importamos lana de roca y vidrio vitrocerámico, que hace que el calor se retenga mucho más. Eso garantiza menor uso de carbón y mejor cocción”, comenta. Ofrecen 15 modelos distintos, entre las móviles y las fijas. Las más deseadas son las que vienen con revestimiento de acero inoxidable. “También podés pedir a medida y como vos quieras”, asegura.

El futuro se refleja con promesa en los ojos de Samuel. Tiene grandes planes, como producir parrillas a gas y a carbón, móviles; también ingresar al gran mercado de Estados Unidos; en última instancia, vender en Amazon. Hace seis meses puso en marcha los primeros pasos para constituir una empresa no física en ese país y conquistar un nuevo público.

Conocé más sobre esta empresa nacional que está haciendo historia en su página doctorparrilla.com.py y en su cuenta oficial de Instagram (@drparrillapy).

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